Las claves de la primera parte: Roberto enrabia al Madrid y los blancos viven de Araujo

Así, así gana el Madrid sonaba en un Camp Nou encendido que llegaba al éxtasis después del gol que daba el empate al Barça. (1-1)

¿Por qué es importante? Sergi Roberto conseguía el empate y la recompensa de un Barça que volvía a ser el Barça y remontaba el partido después de un gol en propia de Araujo. 

Los motivos

• A Xavi le ponen los Clásicos y a su equipo, también. El Camp Nou era puro bullicio y los culés respondían, convirtiendo el partido en un juego de toque. Dejaron este aburrido atrincheramiento en el área para sustituirlo por un asedio del cual Courtois se defendía a base de paradas.
• Irónicamente, al Madrid le darían igual las hostilidades recibidas y golpearía primero, con el error de Busquets y el gol en propia de Araujo frente a un Ter Stegen que ni se lo esperaba.
• El gol sentó al Barça como una dosis de adrenalina, los culés se olvidaron de la pausa y buscaban precipitadamente encontrarse con Lewandowski y Raphinha.
• El Madrid mantenía el impulso del primer gol con un Carvajal rejuvenecido y Balde intentaba sustituir la falta de juego del medio del campo azulgrana con centros. 
• Raphinha desbordaba y brillaba con luz propia para hacer sufrir a Nacho, mientras el Barça echaba de menos a Gavi, más presente en las protestas, que en el campo.
• Sergi Roberto, el hombre de los goles en los últimos minutos, haría el empate y el Barça celebraría con rabia, casi una Liga. 

¿De dónde venimos? 

• Negreira persigue al Barça y a Laporta. El club sigue sin dar ninguna explicación más allá que la de una conspiración contra los azulgranas.
• Entre Rosalía y 'motomamis', el Madrid visita el Camp Nou mientras Florentino se esconde. Ni la temporada que fichó al 'traidor' Figo ni en la pandemia faltó a su cita en el Clásico. Ahora Laporta ha visto como su socio de la Superliga le da plantón en el palco después de personarse en su contra.
• Xavi, mientras tanto, ansia distraer la atención con una victoria y buen futbol, o al menos, con solo una buena victoria, a falta de la creatividad de un equipo mermado por la ausencia de su preciado Pedri.