Opinión
David Mejía Ayra
opinión

La mirada provinciana de los independentistas

Mañana, Barcelona será el foco de la atención mediática a causa de la cumbre entre el presidente español, Pedro Sánchez y su homólogo francés, Emmanuel Macron.

Conjuntamente con diferentes ministros de sus respectivos gobiernos, hablarán de cuestiones bilaterales de los dos países, así como de varios asuntos de la agenda europea. También se tratará el proyecto denominado H2MED sobre la interconexión energética verde que unirá a través de un corredor submarino Barcelona con Marsella.

Aunque TV3 y el conjunto de medios públicos, orquestados por la Generalitat, lo quieran esconder, existe otra Catalunya. La que sin hacer ruido, ni proclamas incendiarias en contra de los otros

Cualquier ciudadano catalán con sentido común tendría que alegrarse de esta cumbre, ya que le da valor en positivo en la ciudad condal como capital europea.

Pero lastimosamente, parece que a los independentistas, aquellos que dicen que quieren separarse de España porque quieren lo mejor por Catalunya, no están muy contentos con esta reunión con una clara resonancia internacional. Supongo que toda esta gente que tanto dicen amar su tierra prefieren que la capital catalana sea noticia para sus disturbios en las calles, por la desobediencia de sus políticos, a las normas democráticas que rigen o por las políticas del gobierno catalán a la hora de poner barreras lingüísticas al talento internacional.

Pero aunque TV3 y el conjunto de medios públicos, orquestados por la Generalitat, lo quieran esconder, existe otra Catalunya. La que, sin hacer ruido, ni proclamas incendiarias en contra de los otros, trabaja para mejorar la imagen de su tierra y busca volver a atraer el talento al mismo tiempo, así como restablecer la reputación internacional perdida durante la etapa del proceso.

Barcelona tiene que dejar de ser noticia por su inseguridad y sus problemas de convivencia fomentada por las políticas de confrontación de su gobierno autonómico.

Cualquier ciudadano catalán con sentido común tendría que alegrarse de esta cumbre, ya que le da valor en positivo en la ciudad condal como capital europea

Los ciudadanos nos merecemos, después de una larga travesía en el desierto, que nuestra capital vuelva a estar en boca de todo el mundo por temas positivos. Por| su expendeduría, por su atracción turística, para su desarrollo tecnológico o por su visión en positivo. No podemos permitir, aquellos que miramos Barcelona y Catalunya en positivo, que los de siempre, los subvencionados y los enfadados con la vida, sean los que marquen la agenda mediática y el debate político.

Así que, mucho les pese a los independentistas, mañana será un gran día por la imagen de Barcelona. Una imagen que han intentado destruir con sus delirios separatistas, pero que gracias a la mayoría silenciosa no han conseguido.