Opinión
Miquel Pellicer
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opinión

Team Jorge, mercenarios del odio

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Una empresa de espionaje ha intentado hackear el 'Procés' independentista en Catalunya. Es igual cuando leas este titular. 2014, 2017 o 2023. Sigue pasando y seguirá pasando. Cuando todavía resuenan los efectos de Pegasus, el software espía de NSO Group, llega un nuevo capítulo: Team Jorge

Cambridge Analytica, Pegasus, Team Jorge,… año tras año se van sucediendo los casos de manipulación tecnológica, espionaje y campañas antidemocráticas a través de Internet y las redes sociales

Una investigación realizada por el consorcio Forbidden Stories, formado por una treintena de medios de comunicación de todo el mundo, ha destapado el trabajo sucio de una sociedad ubicada en Israel y formado por exmilitares y exagentes de los servicios de inteligencia. Según ha descubierto Forbidden Stories, esta sociedad llamada Team Jorge ha intervenido ya en 33 campañas electorales por todo el mundo, realizando guerra sucia en la red. 

Un abanico de crímenes. Sin moral, sin escrúpulos y sin fronteras. La empresa de Tal Hanan convierte el caos y el odio en su negocio. Métodos variados y criminales: ciberataques; campañas transnacionales de desinformación; documentos falsificados; la incriminación de adversarios políticos; difusión de informes falsos; y, incluso, robo de documentos bancarios.

Cambridge Analytica, Pegasus, Team Jorge... año tras año se van sucediendo los casos de manipulación tecnológica, espionaje y campañas antidemocráticas a través de Internet y las redes sociales.

Y entre los ejemplos, siempre aparece Catalunya y el Procés. No hay traba contra el independentismo porque la unidad de la España deldeep state’ es más importante y definitiva que la voluntad de un estado plurinacional. Los matices asustan y los recursos son infinito. 

Pero el caso de que acaban de destapar varios medios internacionales, nos lleva a considerar varios aspectos a tener en cuenta:  

Contra la democracia. Nos equivocamos si pensamos que este es un problema local y de una ideología determinada. Este es un problema global y que afecta a la democracia como sistema político. 

No son casos aislados. Antes de que existiera Cambridge Analytica, ya se produjeron otros casos de manipulación digital de los ciudadanos. Se han multiplicado en este siglo XXI las empresas, proyectos y sociedades basadas en estrategias contra los procesos democráticos. Cada vez se han hecho más habituales las fábricas de bots que intentaban distorsionar la opinión pública a las redes, de forma generalizada. Desde Macedonia, Rusia, México, Brasil. Patrones comunes de servicios y empresas dedicadas a manipular a los votantes. 

El producto son los usuarios. James Williams, exestratega de Google, advertía a ‘Clics contra la Humanidad’ que el producto en la era digital somos los usuarios. Las grandes empresas tecnológicas diseñan las aplicaciones pensando en cómo atraparnos y atraer nuestra atención. En este caso, la llamada economía de la atención es un proyecto, dice Williams, que “tiene como objetivo modelar la misma base de nuestra política”. Diseñando estrategias para captar nuestra atención, condicionamos nuestro criterio político. Esta también es la base del trabajo de empresas como Team Jorge y tantas otras. No es simplemente, marketing político. Es manipulación política contra las bases democráticas de nuestra sociedad. 

Contra el odio y la desinformación. Se insiste a menudo en que contra la manipulación informativa y la desinformación es clave la educación. Recientemente, se han publicado varios artículos explicando el caso de Finlandia donde se lucha contra las fake news a través de programas escolares de educación mediática. Los casos escandinavos son muy interesantes, pero no reflejan soluciones globales. Entre otras cosas, porque la desinformación también es un problema de construcción de burbujas psicológicas y emocionales de la realidad. Las mentiras y el odio forman parte de los procesos de construcción psicológica de la realidad. Y, por otra parte, si no hay legislaciones internacionales contra las empresas y las iniciativas gubernamentales que promocionan la desinformación, todas las soluciones serán estériles. 

Efectos colaterales. Un veterano presentador de la televisión francesa, Rachid M'Barki, está suspendido después de saberse que divulgó noticias tergiversadas que le suministraba esta empresa israelí especializada en desinformación. Quizás insistimos poco, pero en el momento actual en que se duda mucho de la profesión periodística, recordar la importancia del periodismo de investigación para destapar este tipo de casos es fundamental. Hace falta que el periodismo siga siendo fuerte para destapar silencios mediáticos o historias olvidadas.

La economía de la atención favorece el diseño de campañas con el fin de potenciar la desinformación contra los procesos democráticos 

Y es que en estos tiempos donde la presunción de inocencia es más débil que nunca, ser impactado por campañas de desprestigio a las redes y a los medios cada vez está más extendido. No hacen falta pruebas auténticas, solo unos cuantos bots, extorsión, espionaje y propaganda mediática contra los ciudadanos. Hay que seguir luchando contra los mercenarios del odio y sus campañas mediáticas contra la democracia y los ciudadanos. 

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