Opinión
Jaume Barberà
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Edad

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En los Estados Unidos, se ha generado un debate en relación a cuál tendría que ser la edad en que fuera obligatorio pasar un test mental para poder ser candidato a la presidencia de la primera potencia mundial.

El debate lo ha promovido la exembajadora en la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, de 51 años, en la presentación de su candidatura para ser la candidata del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos en las elecciones de 2024.

Haley no lo ha hecho porque esté mucho preocupada por la salud de los presidentes de más de 75 años, sino porque si un test de estas características, es decir, de capacidad mental se volviera obligatorio, quizás, sólo quizás, Trump no podría presentarse y Biden tampoco. Lo dice bien claro: “No es que los Estados Unidos hayan pasado su mejor momento, sino que nuestros políticos han pasado el suyo”.

Esta polémica sobre la edad de los candidatos a la presidencia de los Estados Units no es nuevo. Por ejemplo, Ronald Reagan ya lo tuvo que acabar.

En 1984, con 73 años, ya era el presidente de los Estados Unidos con más edad de la historia y se presentó a un segundo mandato. El candidato demócrata fue Walter Mondale.

En el debate entre los dos, cuando el periodista le preguntó la polémica sobre su avanzada edad, Reagan dijo: “No convertiré mi edad en un tema de esta campaña. No explotaré, por razones políticas, la juventud y la inexperiencia de mi contrincante”. Sencillamente, una respuesta brillante, brutal. Lo fue tanto, de extraordinaria que, incluso, Mondale rio.

Si en el 2024, Biden opta por la reelección, tendrá 81 años y acabaría el segundo mandato, en caso de ganar las elecciones, con 85.

Sinceramente, y aunque tener 80 años hoy no sea lo mismo que hace 5 décadas, no sé si es el más prudente que una persona de más de 80 años esté sometida al estrés y responsabilidad de ser el inquilino de la Casa Blanca.

Sea como sea, no creo que aquí nadie llegue a las edades que se llega al mundo anglosajón. Entre otras cosas, porque que no se valorar tanto la experiencia y porque hay un cierto deporte nacional a matar todo los que es graso.

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