Opinión
Maria de la Pau Janer
Tiempo de lectura: 3 minutos
opinión

Bond... soy James Bond

Tiempo de lectura: 3 minutos

James Bond es sofisticado, valiente, enigmático y seductor. Lleva esmoquin, y también ropa deportiva de marca. Bebe champán, vodka con Martini y un cóctel que se dice sircinnamon. No pierde la calma y resulta irresistible para muchas mujeres. Es el agente 007. El 00 es el código que traen asignado los agentes que tienen “licencia para matar”. El siete quiere decir que él es el séptimo agente, por todo el mundo, que ha recibido esta licencia.  

Kim Sherwood no continúa con la evolución del héroe, sino que lo cambia como un calcetín. James Bond ya no será el eje de la aventura. Mejor dicho, desaparecerá en Barcelona

Ian Fleming, antiguo asesor del servicio secreto, inventó durante la década de los cincuenta al personaje de James Bond, un agente de la Inteligencia británica que trabajaba internacionalmente. Fleming escribió la primera novela, Casino Royale, en 1953, durante unas vacaciones en Jamaica. Creó un personaje ficticio que llegaría a hacerse muy conocido por todo el mundo. Un héroe hijo del tiempo que le tocó vivir. 

La publicación fue un éxito, y continuó la saga hasta llegar a una docena de novelas. 

A principios de la década del sesenta los libros pasaron a las películas: nacía un fenómeno mundial. Era en 1962 con Dr No.

Sean Connery fue el primer agente 007. Vendrían otros, como Roger Moore, Pierce Brosnan, Daniel Craig, el más taquillero de la saga cinematográfica.  

Hubo más James Bond. También hubo nuevos escritores que, siguiendo la saga de Fleming, escribieron más novelas protagonizadas por el popular personaje. James Bond crecía más allá de los autores, directores de cine, y actores que lo interpretaban. Adoptaba rostros, formas de hacer, estilos diferentes, siempre seductor, impecables e implacables

En el siglo XXI, James Bond sigue vivo. Al menos esta es la intención de Kim. Sheerwood, la primera mujer que escribe la saga 007. Hará una trilogía, y ya tenemos el primer volumen: Doble o nada. 

No es fácil actualizar un mito. James Bond es un icono, pero no ha permanecido inmóvil como una pieza de museo. Cada personaje que lo ha representado ha aportado su grano de arena en la evolución del personaje. Craig será el responsable de la evolución y la modernización del mito. Lo adapta a nuevas sensibilidades, sin perder la esencia. Las mujeres que lo acompañan se hacen fuertes e independientes. 

Sean Connery fue el primer agente 007. Vendrían otros, como Roger Moore, Pierce Brosnan, Daniel Craig, el más taquillero de la saga cinematográfica

Kim Sherwood no continúa con la evolución del héroe, sino que lo cambia como un calcetín. James Bond ya no será el eje de la aventura. Mejor dicho, desaparecerá en Barcelona. Solo será mencionado por los otros agentes que lo conocieron. Tres personajes tan políticamente correctos que pueden caer en el esperpento, el absurdo o el ridículo. Son una mujer Franco argelina que quiere rescatar y no ser rescatada (uno de los grandes tópicos del feminismo actual), un homosexual sordo de una oreja (los papeles de Homosexuals se han multiplicado en las últimas décadas) y un hombre que pertenece a una minoría étnica. Moneypenny pasa de ser secretaria a convertirse en la jefa de los agentes 00. Conclusión: evitamos cualquier elemento que pueda parecer sexista y, sobre todo, convertimos a las mujeres en grandes heroínas. ¿Sin embargo, dónde está 007? ¿Ha desaparecido en nombre de la corrección política que lo borra todo? A mí, sinceramente, me encantaba Sean Connery.  

Categoría: Opinión