Opinión
David Mejía Ayra
Tiempo de lectura: 3 minutos
opinión

Carnets de feministas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Cada vez que llega el 8M observamos como todo lo que nos rodea se convierte en color lila para celebrar y reivindicar el Día Internacional de la Mujer.

Esta causa totalmente justa y necesaria, que busca de una vez por todas una sociedad más justa hacia las mujeres, con igualdad de oportunidades y decidida contra las desigualdades existentes, se convierte, en el momento que toca el terreno político en un show que poco bien le hace a la sociedad que quieren dirigirse.

Ninguna mujer (ni hombre) tiene la capacidad de decidir y dictaminar quien lucha de manera correcta por el feminismo. Nadie tiene la potestad de erigirse en defensora verdadera y pura de las mujeres, puesto que son muchas las que trabajan en su día a día para avanzar en sus derechos, y lo hacen de una manera mucho diferente al estándar que parte de la izquierda quiere imponer.

El sectarismo no es buena acompañante en ningún ámbito de la vida, y en este no es una excepción. La manía persecutoria de inculcar un odio hacia aquellos que tienen una manera diferente a pensar es contraproducente para llegar a los derechos que se quieren lograr.

Que la número dos del ministerio de igualdad grabe videos en sus redes deseando la muerte de un líder político por no pensar cómo tendría que ser según ella o que la ministra Montero y su partido sean incapaces de admitir que la ley del sí es sí ha sido un error que permite a violadores salir de la prisión y favorecer sus penas, no ayuda a la causa feminista.

Que se produzcan escraches a otras mujeres por la simple razón de discrepar en las opiniones, y se encuentre como respuesta el silencio, junto con la complicidad, por parte de las "verdaderas" defensoras del feminismo, o que el debate no sea lo de garantizar realmente la igualdad y la lucha contra las injusticias sino la inclusión en el vocabulario del todos, todas y todes, o definir como se tienen que tener relaciones sexuales, no favorece a mirar un futuro mejor.

Ninguna mujer (ni hombre) tiene la capacidad de decidir y dictaminar quien lucha de manera correcta por el feminismo

Si algunos y algunas quieren continuar utilizando el feminismo como modus vivendi están en su derecho, pero no dudo que son muchas las personas que se los gustaría algo más de responsabilidad y sentido común ante unas políticas de igualdad que necesitemos para avanzar como sociedad.

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Etiquetas: 8-M Feminismos