Un Congreso crispado aprueba la reforma exprés del Código Penal

Un Congreso de los Diputados muy crispado ha aprobado este jueves la reforma exprés del Código Penal. Lo ha hecho con el ojo puesto en el Tribunal Constitucional, que ha aplazado el pleno para el lunes para decidir si avala la reforma judicial impulsada por el Gobierno y que el PP ha pedido paralizar.

¿Por qué es importante? La cámara baja ha dado luz a la derogación del delito de sedición, a la reforma de la malversación y a la modificación de las normas para renovar el Tribunal Constitucional.

Situación actual: Las cartas están sobre la mesa. El Congreso ha aprobado la reforma del Código Penal, pero el Constitucional decidirá el lunes si lo paraliza o lo tira hacia adelante, después de que el PP interpones un recurso.

• Los cinco magistrados progresistas han solicitado celebrar el Pleno otro día en el cual "se pueda estudiar completamente el asunto, a la vista del volumen de documentación aportada, de la complejidad de la cuestión y la relevancia de la decisión". 

¿Qué ha pasado? Se ha podido respirar un ambiente muy crispado, enrarecido, que ha recordado mucho al Parlament del 2017, cuando también sufrió injerencias del Tribunal Constitucional. 

• Las intervenciones de los partidos de la derecha (PP, Cs y Vox) han evocado los hechos de octubre para recordarle a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la trascendencia de la votación que se estaba produciendo.

En profundidad: El Congreso ha aprobado la sustitución del Código Penal del delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados. También se ha enmendado el delito de malversación: condenando a cuatro años a los funcionarios que destinen dinero público a finalidades indebidas.

• Se establecen tres tipos de conductas penadas por la malversación: apropiación o intento de apropiación de patrimonio público sea para enriquecimiento propio o de terceros, el uso temporal de patrimonio público para uso privado y la de dar al patrimonio público una aplicación diferente que aquella en la que estaba destinado.

Para acabar: PSOE y Podemos introdujeron dos enmiendas para reformar el Poder Judicial si este se bloqueaba, como es el caso actual. Cambiando así la mayoría de tres quintos en la elección de dos magistrados en el Constitucional y permiten que el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial haga su propio nombramiento, aunque la otra parte no lo haga en los plazos pactados.