Junts y el Govern exhiben la división del independentismo con un fuerte encontronazo
Junts y ERC cada vez están más lejos. Y la fractura que divide el independentismo cada día que pasa se exhibe con menos prudencia. Así lo han escenificado este miércoles en el Parlament el presidente parlamentario de Junts, Albert Batet, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
¿Por qué es importante? Lejos de devolver a la unidad del independentismo del 2017, las formaciones se alejan entre reproches y acusaciones.
¿Qué ha pasado? Durante la Sesión de Control del Govern en el Parlamento, Junts y el ejecutivo republicano se han disparado sin miramientos.
- El presidente parlamentario de Junts, Albert Batet, ha acusado al presidente Aragonès de hacer un uso partidista de las instituciones. En este sentido, ha enumerado un listado de movimientos que los juntaires creen que se han hecho a espaldas del Parlament.
- Batet ha argumentado que con el decreto de sequía se ha esquivado el debate parlamentario, ha acusado al presidente de urdir un grupo de expertos para sacar adelante el Acuerdo de Claridad en contra de la voluntad del Gobierno, entre otros reproches.
- Aragonès, a su vez, ha subido la apuesta y ha asegurado que se reunió mucho antes de que se aprobara el decreto de sequía y que no aportaron ninguna propuesta.
Tensión: Cuando Aragonès estaba respondiendo, la bancada de Junts ha empezado a susurrar y Aragonès se ha puesto todavía más duro. "Si no le gusta el Acuerdo de Claridad, presenten una propuesta viable, no una fantasía como la del señor Canadell", ha cargado.
- Batet le ha hecho un gesto con la mano pidiéndole calma a Aragonès y reclamándole que bajase el tono, ante la dureza de la intervención. El presidente ha suavizado el discurso, aunque lo ha finalizado con un dardo a Junts: "Voluntad de hablar toda, pero la necesitamos por las dos partes, señor Canadell".
