Laura Borràs recurre su condena ante el Supremo por "falta de imparcialidad"

La presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, ha presentado este jueves un recurso al Tribunal Supremo contra la condena que le impuso el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación por prevaricación y falsedad documental.

¿Qué sabemos? A su recurso, Borràs argumenta que se han vulnerado sus derechos a un proceso judicial con garantías por la "falta de imparcialidad" de los jueces del TSJC.

• También que el juicio se ha basado en una investigación "prospectiva" y pruebas que no tienen "ninguna fiabilidad" con "errores gravísimos" en la cadena de custodia. Según la presidenta suspendida, todo el caso es fruto de una "persecución política" y el caso no habría llegado a los juzgados si no fuera por el proceso.

En profundidad: Según el escrito de la defensa, de 197 páginas, "Borràs ya llegó al juicio oral como culpable" porque "tanto sus rivales políticos como la mayoría de los medios de comunicación" lo apuntaron antes de ser juzgada. Además, afirma el escrito, la Fiscalía actuó sin ninguna vergüenza y pactó "confesiones incriminatorias" por parte de otros investigados a cambio que no fueran acusados.

• El recurso también asegura que la condena de cuatro años y medio de prisión y 13 de inhabilitación es "desproporcionada" y que todo se tiene que enmarcar en la reacción del Estado contra los líderes del proceso independentista. "Todo lo que ha pasado en este procedimiento no es casual ni está privado de intención política", sostiene.

Las pruebas: La defensa argumenta que la Junta Electoral Central (JEC), "sin que estemos en campaña ni le competa" le ha retirado el escaño, "un auténtico despropósito si no fuera porque el objeto pretendido no es otra que apartarla de la vida pública, vulnerando, de paso, el derecho de representación política".

• También sostiene que la decisión de contratar a Isaías Herrero para la web de la Institución de las Letras Catalanas "fue legal" porque se trataba de un "artista digital" y tenía "un don especial" en literatura digital.
• "Las suyas grandes dotes creativas lo convirtieron en un artista, escritor, investigador y un programador capaz de integrar la creación literaria y la programación con gran sensibilidad," escribe.