Shakira, ante la jueza: "Mi relación con Piqué era muy turbulenta, un Dragon Khan"

Shakira cuenta los meses para el comienzo del juicio por presunto fraude fiscal a Hacienda, por el que afronta una petición de más de ocho años de prisión. La cantante, que se sentará en el banquillo de los acusados en noviembre, ya declaró ante la jueza el 6 junio de 2019. Una declaración que, cuatro años después, ha visto la luz.

¿Qué sabemos? El diario El País ha tenido acceso a los 80 minutos de declaración de Shakira en los juzgados de Esplugues de Llobregat, investigada por un supuesto fraude de 14,5 millones de euros a Hacienda. El centro de la cuestión es dirimir si la artista residía o no en España entre los ejercicios 2011-2014. Ella lo niega, y defiende que el único vínculo que tenía durante aquellos años en el país era su novio Gerard Piqué, a quien había conocido en el Mundial de Sudáfrica 2010.

Celos: Shakira recordó en el juzgado que cuándo empezó la relación con Piqué tenía permiso de residencia en las Bahamas. En 2004 se compró una casa con su ex, Antonio de la Rua. Es por eso que las autoridades del país le entregaron los documentos de residente, pero no vivía allí. "Empiezo a salir con él y, si tengo un poco de tiempo libre, prefiero ir a verlo a él y no ir a Bahamas a encontrarme mi ex", explica la cantante. "Era una situación que no le hacía nada de gracia a Gerard. Entonces, para apaciguar un poco sus celos, no iba. Era natural, porque no teníamos una relación consolidada, había mucha inseguridad por las dos partes y las heridas con mi pareja anterior estaban abiertas".

Relación: Abierta totalmente ante la magistrada, Shakira recuerda que estaba "encantada" con Piqué, y que solo "quería estar cerca de él". Por eso se compró la casa de Perpinyà, relativamente cerca de Barcelona pero apartada de los paparazzis. "En 2011, cuando empiezo a salir con él, casi no nos veíamos. Tenía 23 años, diez menos que yo. Futbolista, guaperas, con fama de Playboy... Era un loquito en aquella época, y no tenía garantía que las cosas seguirían adelante. Nunca imaginé que viviría en este país por aquel niño con barba que estaba increíble", recuerda.

Avión privado: Como muestra de su enamoramiento, Shakira recuerda que en un vuelo privado entre Marrakech y Croacia hizo bajar el avión para ver a Piqué. "Sobrevolábamos Barcelona y le pregunté al piloto del avión si podía aterrizar brevemente solo para dar un beso a Gerard. No he hecho nunca nada tan romántico. No sé si la Agencia Tributaria me lo habrá computado como un día en España", es uno de los dardos que lanza a Hacienda.

Altibajos: Shakira asegura que al principio de la relación solo "quería pasarlo bien" y no pensar "a largo plazo". Así justifica que durante los primeros años no vivía en España. "Como lo tenía que sacrificar todo por un chico a quien estaba conociendo, asaltando la cuna", bromea. De hecho, la colombiana llega a definir los comienzos de su historia como una montaña rusa: "Nuestra relación era muy turbulenta, un Dragon Khan, porque nuestras vidas profesionales no compaginaban. Era como juntar agua y aceite. Yo era una trotamundos y él tenía que cumplir un horario. Nos entendíamos muy bien, y espero que eso no se filtre a la prensa".

Hijos: Con el nacimiento de Milan, su primer hijo con Piqué, en el año 2013, Hacienda considera que ya hay una prueba de residencia en España. Ella también lo niega, y sigue asegurando que iba arriba y abajo con el niño, sin vivir en territorio español: "Durante el embarazo trabajaba 14 horas al día. Recuerdo estar en el escenario con la panzota, haciendo aquellos movimientos que hago yo... supongo que me veía ridícula. Programé la cesárea porque tenía un contrato de The Voice. Entré con maquillaje en la sala de parto. Parí y me llevé al niño recién nacido. Lo llevaba conmigo a todas partes, como las madres indígenas que llevan al niño encima. Le daba de mamar en el set del programa cada tres horas". Shakira asegura que tener un hijo fue "maravilloso", pero que el trabajo seguía siendo la prioridad.

Además, asegura que la situación no cambió hasta el 2015, después del nacimiento de su hijo Sasha. "Escolarizamos a Milan y las cosas cambian. En aquel momento somos una familia consolidada, aunque nunca seremos una pareja totalmente convencional". Shakira defiende que aquel es el primer año que se puede considerar que residía en España, y que es de hecho cuando empezó a pagar impuestos a la Hacienda española. A desgana, por cierto: "No tenía ganas de venir a España. Es un país muy bonito, pero no es el epicentro de la industria musical. Para mí, estar en España era un sacrificio enorme. Era como pedir a Gerard ir a vivir a Barranquilla a jugar para el Júnior por amol".