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Concha García-Campoy, en una imagen de archivo
Foto: Concha García-Campoy, en una imagen de archivo | Telecinco
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Emotiva carta del hijo de Concha García-Campoy diez años después de su muerte

Barcelona.
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Concha García-Campoy, en una imagen de archivo
Foto: Concha García-Campoy, en una imagen de archivo | Telecinco

Concha García-Campoy murió el 10 de julio de 2013, víctima de una leucemia que no pudo superar. Este lunes se cumplen diez años, y su hijo, el también periodista Lorenzo García-Campoy, ha querido homenajearla con una emotiva carta pública.

¿Qué sabemos? El hijo de la desaparecida presentadora catalana de televisión, nacida en Terrassa y criada en Eivissa, publica este lunes el homenaje a su madre. Lo hace desde el periódico digital El Confidencial, donde comparte recuerdos familiares de niñez en la isla pitiusa. Los días 10 de julio de cuando era pequeño, antes que Concha García-Campoy perdiera la vida, y que eran felices de vacaciones con los amigos.

¿Qué dice Lorenzo García-Campoy?

  • "¿Cómo se supera la muerte de una madre? Con eso se vive el resto de la vida. Ni se supera ni se cura, aprendes a vivir con este vacío".
  • "No todos los 10 de julio fueron así. De hecho, eran la mejor etapa de nuestras vidas. Para ti, madre, desaparecían los compromisos laborales y los problemas de Madrid".
  • "Estábamos en Eivissa con los amigos. Cuando desembarcaban en casa Luis Alegre, David Trueba y Santiago Segura te cambiaba la cara".
  • "Yo sabía que vendían días donde vería a mi madre profundamente feliz, y eso no pasaba todos los días".

Al detalle: Lorenzo García-Campoy recuerda la Eivissa donde pasaban juntos los veranos, y cómo ha cambiado en la última década. "Había menos postureo. Nunca te gustó el faranduleo y reivindicabas la Eivissa campesina y auténtica. Es así como nos recuerdo, en una esquina de Ses Salines estirados sobre un pareo de los que te encantaba comprar", recuerda entre sus líneas.

Además, el hijo de Concha García-Campoy sigue viajando a la isla de su madre cada verano. Desde que la periodista no está, para crear sus propios recuerdos y saborear los que le quedan con ella, "con más felicidad que nostalgia, y más sonrisas que lágrimas", apunta. "Pienso en la suerte en haber vivido tantos momentos maravillosos, y no tanto en aquello que ya no podremos compartir. Así intento vivir con este vacío, aunque los 10 de julio en Eivissa nunca han vuelto a ser lo mismo".