Anna Barrachina, actriz de series de TV3, supera un cáncer con metástasis
Anna Barrachina ha vuelto al teatro, después de muchos meses apartada de los escenarios. Una marcha repentina sobre la que no había hablado públicamente, hasta ahora: a finales de 2022, la actriz fue diagnosticada de un cáncer de pulmón con metástasis.
¿Qué sabemos? Tal y como ha narrado ella misma en una entrevista que publica este viernes el diario ARA, hace ocho meses supo que tenía un tumor en el pulmón que le había hecho metástasis en la cabeza. Recibió el diagnóstico después de sufrir problemas de equilibrio. De hecho, explica que "iba de lado" cuando caminaba, y que por eso fue al médico.
¿Qué dice Anna Barrachina?
- "Fue como si hubiera caído una bomba en mi vida. Me daba miedo que me afectara a la memoria, que no volviera a tener energía".
- "No he tenido que hacer quimioterapia. Me hicieron radioterapia en dos puntos de la cabeza y en octubre me operaron, me sacaron un cuarto de pulmón".
- "Tenía un pronóstico tremendo y he salido adelante, estoy libre de la enfermedad. Me tomo unas pastillas".
- "El único efecto es que me canso, pero es que también me pienso que tengo 30 años y no".
Además, recuperada de este descalabro, Barrachina acaba de estrenar una nueva obra de teatro. Famosa por sus papeles en series de TV3, como el de Nuri de Ventdeplà o Lídia de Merlí, la actriz de Sitges trabaja ahora en el Nessun dorma de Eu Manzanares. "Si me hubieran llamado un mes antes, habría dicho que no. Cuando me llegó el proyecto salía de una enfermedad muy grave", recuerda.
Al detalle: La función se estrenó el 28 de junio en la Sala Beckett de Barcelona, y ya han ido a verla las médicos que la están tratando, las doctoras Zamora y Felip de Vall d'Hebron y de la Teknon. Esta última es la profesional que trató a la hermana de Anna, que hace 30 años murió precisamente de un cáncer.
Otro apunte: Sobre su vuelta al teatro, Anna Barrachina confiesa que se planteó dedicarse a dar clases antes de recibir la llamada de Manzanares. Con 55 años y 37 de carrera (empezó con 18), no tenía demasiado claro a qué podría dedicarse si no era a esto. Pero la oferta de trabajo para subir de nuevo a los escenarios le cambió la perspectiva: "Salté de alegría. Este oficio es la hostia con vinagre".
Para acabar: Ahora que ha superado la enfermedad, Barrachina confiesa que quiere dar visibilidad a su situación personal para romper el estigma. "Pasamos por delante de la planta de oncología del hospital y apartamos la mirada, pensamos que no nos toca. Por eso quiero compartirlo", apunta. Con especial atención a lo que pasa dentro de la profesión: "A los actores, además, cuando dicen que tienen una enfermedad la gente piensa que mejor no llamarlos. ¡A mí llamadme! Ya seré yo la que decidiré".
