La situación de insolvencia de 8tv no fue culpa de sus gestores
El Administrador concursal encargado del concurso voluntario presentado por Emissions Digitals de Catalunya, empresa concesionaria de los cuatro canales de televisión privados en Catalunya, ha calificado de fortuito el concurso ante el juzgado mercantil número 4 de Barcelona.
¿Qué sabemos? Un concurso se califica como fortuito cuando queda probada que no hay culpa del deudor en la situación de insolvencia de la empresa. Así pues, queda descartada la calificación de culpabilidad del concurso y, por lo tanto, el administrador concursal reconoce que ni los representantes legales, administrador ni directores generales han agraviado la situación económica de la empresa.
¿En qué se fundamenta? El administrador concursal, Jordi Safons, expone al Juzgado Mercantil número 4 de Barcelona todo el análisis de pruebas que lo demuestran y remarca que la situación de insolvencia se produjo por la bajada de los ingresos provenientes de la publicidad y del alquiler de los canales a Fibracat y a Futbol Club Barcelona. En cuanto a la bajada de los ingresos publicitarios, Safons apunta al cambio de tendencia en el consumo televisivo y a la pérdida de audiencia provocada por el sistema arcaico y poco fiable de Kantar.
Por otro lado, el administrador concursal ha defendido la calificación de no culpable por el hecho que los gestores han priorizado siempre el pago de las nóminas a los trabajadores y el concurso de liquidación se ha llevado a cabo sin tener pendiente el pago de ningún sueldo. Además, se destaca la colaboración en la aportación de documentación al juzgado y al administrador concursal.
Para acabar: Emissions Digitals de Catalunya entró en concurso de acreedores el 1 de septiembre de este año después de no conseguir nuevos inversores o locatarios por alguno de los cuatro canales del múltiplex privado de Catalunya, del que es concesionaria. El concurso de liquidación de la empresa se ha cerrado con una deuda de 2,8 millones de euros a proveedores, de los cuales el 68%, es decir, 1,9 millones de euros corresponden a Tradia, empresa proveedora del transporte de la señal. El resto, cerca de 10 millones de euros, es la pérdida que no han podido recuperar los inversores del proyecto televisivo de ámbito catalán.