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Tres hombres caminan delante del skyline de Doha
Foto: Tres hombres caminan delante del skyline de Doha | Tom Weller / Europa Press
Derechos humanos

Se acaba el Mundial, pero la vergüenza continuará en Qatar

Tres hombres caminan delante del skyline de Doha
Foto: Tres hombres caminan delante del skyline de Doha | Tom Weller / Europa Press

Hoy por la noche, cuando el mundo ya haya visto en Messi o Mbappé levantando la Copa del Mundo, las luces del imponente estadio Lusail de Doha se apagarán. Los jugadores volverán a sus ligas nacionales y los espectadores solo recordarán Qatar como un espejismo en mitad del desierto.

¿Por qué es importante? Qatar ha sido acusado de vulnerar los derechos de los migrantes, de discriminar a las mujeres y el colectivo LGTB e incluso de esconder las muertes de miles de trabajadores a la construcción de los estadios. Pero la luz de los focos y la fascinación global por el fútbol han pesado mucho más: el deporte ha conseguido eclipsar la tragedia. 

Las cifras: El boicot en Qatar no ha sido una realidad y los datos de audiencia lo demuestran; Europa se ha mirado el mundial de reojo, pero sin apartar la vista ni un momento.

  • España, donde RTVE tenía los derechos de muchos de los partidos, no rompe la norma. El Marruecos-España donde 'la Roja' se cayó obtuvo un 62,4% el share y 10,5 millones de espectadores. En la ronda de penaltis, la cifra llegó hasta los 12,6 millones y un 70% de cuota.
  • Según datos compartidos por la FIFA, en Argentina, la audiencia media durante el partido contra México fue de 8,48 millones de personas, cosa que significó una cuota de pantalla de 81,3%.
  • Además, ha sido un pleno por los estadios, que han tenido una media de 51.000 espectadores de todo el mundo.

El impacto: Para muchos fanáticos de Argentina o Francia esta final será muy importante. Pero también lo será para los millares de trabajadores, que ahora ven su futuro con incertidumbre.

  • Se calcula que Qatar ha invertido hasta 300.000 millones de dólares en las infraestructuras necesarias para el Mundial y casi ha duplicado su población, compuesta en un 85% por trabajadores migrantes.
  • Una parte considerable de ellos fue contratada por la construcción o por servicios derivados de la Copa del Mundo. Una vez acabada la competición, muchos irán al paro y tendrán que encontrar en pocos meses otro trabajo o serán deportados.

Además: El diario británico Guardian informó el año pasado que al menos 6.500 trabajadores migrantes habían muerto en Qatar desde que ganó el derecho a organizar la Copa del Mundo, según los cálculos del diario a partir de los registros oficiales.

  • En respuesta, Qatar dijo que el número de muertes era proporcional al tamaño de la fuerza de trabajo migrante y añadió que cada vida perdida era una tragedia.

¿Y ahora? La arena del Golfo Pérsico ha llegado mucho al norte, hasta manchar las ventanas de cristal de la sede del Parlamento Europeo en Bruselas.

  • El escándalo del 'Qatargate' ha dejado al descubierto toda una trama de tráfico de influencias, en el que los lobbistas cataríes compraban el favor de eurodiputados a cambio de viajes, regalos y grandes cantidades de dinero. Así limpiaban su imagen en el Viejo Continente.
  • Entre los salpicados en esta operación está la ya exvicepresidenta de la institución, Eva Kaili.