Opinión
Núria de José Gomar
Opinión

Mentiras, periodismo, educación y democracia

Fake news. La mayoría sabemos qué quieren decir y somos conscientes del peligro que suponen para la democracia. La suma de fake news y de mensajes simplistas dificultan mucho, para no decir que impiden, por ejemplo, poder votar con libertad. No hay vacuna para combatir el actual infodemia y erradicar las fake news, pero sí que hay un cóctel de dos medicamentos para pararla: uno, el buen periodismo y, dos, la educación mediática.

El buen periodismo no tiene muchos secretos. Se basa en tres conceptos: rigor, contraste y ética. El buen periodismo es el que trata la información con el objetivo de conseguir la veracidad, lo que denuncia siendo libre de peajes y lo que es capaz de desenmascarar la mentira. Pero todo eso no sirve de nada si no llega al público. Por eso, es necesario encontrar nuevas maneras de explicar las noticias, con formatos y lenguajes que se adapten a las formas actuales de consumo y que las hagan llegar a todo el mundo, especialmente a los jóvenes, eso sí, sin renunciar a la esencia del periodismo. Deseamos que Principal coja con éxito este reto.

El buen periodismo no tiene muchos secretos. Se basa en tres conceptos: rigor, contraste y ética. 

Tampoco sirve de mucho hacer buen periodismo y llegar a un público amplio si los ciudadanos, en medio del actual marasmo de información, no lo saben distinguir, si no saben distinguir el grano de la paja entre todos los mensajes que les llegan por tierra, mar y aire. Y aquí está donde hace falta que actúen los principios activos que aporta la educación mediática.

Para educar mediáticamente no es suficiente con buena voluntad ni con repetir, a diestro y siniestro, cómo es necesaria. Sobre todo hace falta dinero. Financiación de las administraciones y de las empresas con responsabilidad social para hacer programas específicos destinados a colectivos especialmente vulnerables a las fake news como lo son, por ejemplo las personas mayores. Voluntad y dinero de las administraciones para que la educación mediática sea obligatoria en la escuela, a primaria y a secundaria, y que tenga formadores especializados en la materia.

Financiación de las administraciones y empresas con responsabilidad social para hacer programas específicos destinados a colectivos especialmente vulnerables a las 'fake news'

Desde el Col:legi de Periodistes de Catalunya estamos convencidos de que esta prescripción funciona, por eso, son dos ejes fundamentales del plan de gobierno de la actual Junta.

Tenemos diagnóstico y tenemos medicación. No actuar y dejar que el paciente, es decir, la democracia, empeore sería negligencia. De todos. ¡Bienvenido Principal!

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