Arabia Saudí, entre la Supercopa de Xavi y la represión
Que el Barça se haya proclamado campeón de la Supercopa de España en Riad ni es una anécdota ni una buena noticia. Forma parte de la estrategia de la Arabia Saudí acogiendo competiciones deportivas, de la misma forma que comprar equipos de fútbol o fichar Cristiano Ronaldo. Es una forma de posicionar y mejorar la reputación del país al más puro estilo catarí con inversiones globales a través del deporte. Cosas del sportswashing.
Censura y represión. No es una buena noticia, tampoco porque no todo es oro lo que luce en la península Arábiga. Un polémico académico y clérigo, Awad Al-Qarni, ha visto cómo la fiscalía de Arabia Saudí ha pedido que se le castigue con la pena de muerte para compartir artículos en WhatsApp. Al-Qarni, de 65 años, fue arrestado en septiembre de 2017 al inicio de la represión radical del príncipe heredero Mohammad bin Salman contra la disidencia. Desde entonces, unos cuantos académicos, periodistas y predicadores destacados del reino fueron encerrados. Conocemos los detalles del proceso porque su hijo Nasser, exiliado en Londres, ha hablado con el diario londinense The Guardian.
Arabia Saudí está utilizando el deporte para posicionar el país a nivel internacional, escondiendo la censura y represión a los críticos y disidentes. Puro ‘sportswashing’
Múltiples casos. Pero el caso de Al-Qarni no es un caso aislado. En el 2022, Salma al-Shehab, estudiante de doctorado de Leeds y madre de dos hijos, fue encarcelada durante 34 años para tener Twitter. Recientemente, además, dos administradores de Wikipedia también han sido detenidos y condenados a prisión.
El caso más bestia. El asesinato del periodista crítico con el régimen y colaborador del Washington Post, Jamal Kashoggi en Turquía en el 2018 merece mención aparte. Kashoggi entró en el consulado saudí en Estambul y nunca más salió. Bien, salió a trozos, degollado y descuartizado. El cerebro del asesinato según la inteligencia de los Estados Unidos, el heredero Mohammed Bin Salman, también conocido como MBS. MBS fue uno de los invitados de lujo al palco de la inauguración del Mundial de Qatar, bien contento al lado del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Mala pieza en el telar para los críticos o disidente en Arabia Saudí. A pesar de este contexto, sorprendiendo como la previa del partido de Supercopa, el entrenador del FC Barcelona, a Xavi Hernández, quitaba hierro al hecho de jugar a Arabia Saudí. "También ha habido críticas por Qatar y no hay para tanto. Arabia Saudí tiene cosas que mejorar, pero también como nosotros en España", dijo Hernández.
¿Podemos pedir alguna cosa más al entrenador del Barça? Sí. No le exijo que lea Le Monde Diplomatique ni que sea un experto en geopolítica, pero al menos que no haga declaraciones absurdas. ¿Sabe Xavi de las penas de muerte y prisión de intelectuales, periodistas y ciudadanos en el país saudí? ¿Alguien le puede explicar a Xavi que sí que hay para tanto?
¿Alguien le puede explicar a Xavi que sí que hay para tanto que en Arabia Saudí encarcelan a la gente para utilizar Twitter?
Twitter saudí. En un siglo donde cada vez cuesta más defender la democracia, no está de más entender los contextos para decidir nuestros hábitos de consumo y nuestros pasatiempos. La influencia saudí en el mundo del deporte tiene su correspondencia en las empresas tecnológicas. El gobierno saudí y los inversores controlados por el estado han aumentado recientemente su participación financiera en las plataformas de redes sociales de los Estados Unidos, como Twitter y Facebook, y empresas de entretenimiento como Disney.
Cuando tuitees este artículo ten en cuenta que el multimillonario príncipe Al Waleed bin Talal se ha convertido en el segundo accionista más grande del "nuevo" Twitter de Elon Musk. Cosas del siglo XXI: comprar Twitter y encarcelar gente para compartir artículos y opiniones en Twitter.