Opinión
David Mejía Ayra
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opinión

TV3 y su sentido del humor

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La televisión pública catalana vuelve a estar en el ojo del huracán mediático. Algunos de sus programas de entretenimiento han vuelto a ser objeto de críticas por la falta de pluralidad en su contenido y por el tipo de humor que se utiliza en ellos. Esto ha llevado a que muchos catalanes se sientan excluidos y marginados por TV3 y Catalunya Ràdio, lo que sin duda afecta a la calidad de la democracia y a la cohesión social en Catalunya.

Este tipo de humor es especialmente preocupante porque la televisión pública tiene la responsabilidad de no contribuir a la discriminación o la exclusión de ningún colectivo

Es evidente que TV3 tiene una visión sesgada y unidireccional de la sociedad catalana. En muchos programas, se presenta una única versión de la historia y de la política catalana, sin tener en cuenta la diversidad de opiniones y enfoques que existen en la sociedad. Esto no solo es problemático desde el punto de vista del pluralismo, sino que también es perjudicial para la propia calidad que debería tener y exigir cualquier televisión pública.

Por otro lado, el humor que se utiliza en algunos programas de TV3 ha sido objeto de críticas por parte de muchos ciudadanos. El último episodio se ha producido con el reincidente presentador Toni Soler. Su programa utiliza muchas veces un humor ofensivo y que puede resultar excluyente para algunas personas. Por ejemplo, se han utilizado estereotipos y burlas hacia determinados colectivos, el último hacia los andaluces, lo que ha generado indignación en algunos sectores de la sociedad catalana.

Este tipo de humor es especialmente preocupante porque la televisión pública tiene la responsabilidad de no contribuir a la discriminación o la exclusión de ningún colectivo. Y aunque no sea por convicción de algunos de sus trabajadores por lo menos que su decencia y ética profesional los lleve al camino del respeto hacia las diferentes sensibilidades. 

Si algún día los directivos de la corporación catalana de medios audiovisuales pretende solucionar estos problemas, creo que deberían empezar por la revisión de su programación y esforzarse por presentar una visión más plural y diversa de la sociedad catalana.

El humor que se utiliza en algunos programas de TV3 ha sido objeto de críticas por parte de muchos ciudadanos

La televisión pública es un servicio fundamental para la ciudadanía, y debe estar a la altura de las exigencias democráticas y sociales de nuestro tiempo. Pero, tristemente, los medios públicos catalanes dejan mucho que desear.