Artur Mas sobre Jordi Pujol: "Se equivocó confesando"
Artur Mas cree que el también expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se equivocó confesando que tenía una herencia de su padre no regularizada con Hacienda.
¿Qué sabemos? Así se expresa Mas en una entrevista en El Periódico publicada este lunes donde considera que asumió un "coste político que ha trascendido más allá de su persona".
¿Por qué es importante? Es la primera vez que Mas se expresa con esta rotundidad sobre la confesión de quien fue su mentor político.
¿Qué dice? En la entrevista, el 129.º presidente asegura que...
- "Pujol se puso al frente de un problema que había a nivel familiar y que la familia regularizó con Hacienda".
- "Cuándo llegue el momento del juicio, difícilmente se podrá demostrar que lo tuviera un papel activo en este tema y que tuviera un enriquecimiento personal, a diferencia del rey emérito, que movía en su nombre y en el de la familia decenas de millones.
- "Me gustaría que recuperara la "plena normalidad con respecto a su prestigio y credibilidad".
- "Las personas de la familia que tenían un problema con Hacienda, si no estoy mal informado, lo regularizaron todo. No hay deudas pendientes. Otra cosa es que se puede hacer un juicio sobre la ética. Sé que Pujol está en una fase de expiación personal de acuerdo con su filosofía y manera de ser".
Además: Sobre las acusaciones relacionadas con la financiación irregular de Convergència contra el hijo mayor de Pujol, Mas señala...
- "Nunca tuve constancia de eso en absoluto. Me consta que ganó dinero en negocios estrictamente privados, pero no que fuera en ningún momento a cargo del partido"
Para acabar: Preguntado por las medidas que hacen falta para avanzar en la lucha contra la corrupción, Artur Mas considera que no "hace falta mucho":
- "La financiación de los partidos está sometida a controles muy fuertes.
- "Hay un peligro, que es que al final se conseguirá que los partidos sólo dependan del presupuesto público y eso es un error, porque ninguna otra entidad, ni los sindicatos, ni las empresas, ni las organizaciones religiosas ni los medios de comunicación viven sólo del presupuesto, pero tendemos porque la aportación de los militantes es cada vez más pequeña. Hoy es imposible que las empresas puedan financiar los partidos o las fundaciones"
