Elisenda Alamany: “Xavier Trias se ha vendido la ciudad”
Elisenda Alamany, número dos de la candidatura de ERC por Barcelona, reivindica una nueva manera de hacer política. Hace seis años que dejó su trabajo para entrar de lleno en la carrera política, primero de la mano de los Comuns y ahora con los republicanos. De cara al 28 de mayo pronostica una victoria de Ernest Maragall y asegura que es el único candidato que conoce bien la ciudad y lo mejor que defenderá y garantizará los derechos de los barceloneses y las barcelonesas.
¿Por qué es importante? ERC pelea muy cerca en las encuestas con Barcelona en Comú, PSC y Junts para liderar un eventual acuerdo con el que gobernar Barcelona, ya sea optando a la alcaldía o mediante alguna fórmula de acuerdo con los partidos mencionados. Eso deja a Alamany en buena posición para tener un papel protagonista al consistorio que surja de las elecciones municipales.
Política desde la sociedad civil
Elisenda Alamany asegura que el de la política es un terreno hostil “para una persona procedente de la sociedad civil, porque no dominas ni los canales ni los formatos, y no sabes socializar en este entorno. Muchas veces tienes la sensación de que las dinámicas de la política son muy diferentes que las de la sociedad civil y te tienes que acostumbrar a eso, hacerte una piel gruesa y tomar precauciones cuando te expones a la opinión pública. Es una de las cosas que más me han costado".
Opiniones sobre Trias y Colau
Según Alamany, la única opción de salir de la dinámica en la cual está instalada Barcelona desde el 2011 “es que Ernest Maragall sea alcalde. El señor Trias fue la reacción a una serie de gobiernos socialistas, durante los cuales la ciudad perdió brillantez. Pero Trias se vendió la ciudad, barra libre. Es lo mismo que nos promete ahora: más cruceristas, más contaminación... La reacción a eso fue Ada Colau, que venía a proteger los barceloneses y barcelonesas y que no ha salido adelante. Y ahora la reacción a eso vuelve a ser Trias. Ninguna de las dos cosas es la solución para Barcelona".
"La única solución es un liderazgo fuerte que diga que queremos volver a abrir Barcelona, con los valores de Barcelona, sin perder la personalidad de Barcelona. Y defendiendo los derechos y el estilo de vida de los ciudadanos y que nadie se tenga que marchar de la ciudad. Y esta persona es Ernest Maragall, que ya ganó las últimas elecciones porque la gente vio que la auténtica alternativa de futuro y sostenible, era él. Ahora, nosotros no esperamos hacer alcaldesa ni alcalde a nadie porque no nos queremos supeditar a ningún proyecto. Porque tenemos bastantes galones para ganar las elecciones. Y al respecto decidiremos cuáles son los pactos”.
Su futuro en el consistorio
El que tiene muy claro Alamany es qué sitio le gustaría ocupar si Ernest Maragall es alcalde. “Me gustaría poner las bases de la Barcelona del futuro, de los 10 o 15 años que vendrán y solo lo podemos hacer de la mano de Maragall, que es quien conoce la ciudad. Barcelona fue conocida por los Juegos Olímpicos, que cambiaron la ciudad. Ese fue el legado de una generación. Pero el legado que tenemos que dejar ahora la generación milennial es una Barcelona atada al conocimiento y las nuevas tecnologías".
"Somos una ciudad con gran atracción para gente que trabaja en estos sectores, pero todavía no somos una ciudad considerada innovadora a nivel europeo... Me gustaría que Barcelona fuera conocida por su futuro ligado al conocimiento relevo del liderazgo de la ciudad y dibujar los 20 o 30 años de futuro. Yo quiero acompañar la ciudad en este trayecto, a través de una concejalía de turismo o de promoción económica. Quiero estar allí donde se diseñe el rumbo del futuro de la ciudad”.
Mujeres en política
Alamany lamenta que todavía haya pocas candidatas al frente de las listas electorales. Y va más allá: “tenemos que reivindicar estar en la mesa de los grandes, que no nos inviten solo a actos de mujeres donde el público solo son mujeres. No nos pueden tener entretenidas solo con eso, tenemos que estar en los actos donde se habla de economía, de política, para aportar la visión de la mitad de la sociedad. Cuando no estamos las políticas se hacen con unos parámetros diferentes. Como más diversa es la toma de decisiones mejores son los resultados: hablamos de la calidad de la política, no solo de perspectivas feministas".
Relación con los periodistas
Elisenda Alamany también cree que habría que cambiar la relación entre la clase política y los periodistas. “En política te enfrentas explicando tus proyectos a los medios de comunicación. Es muy aburrido ir a entrevistas porque te tienes que ceñir mucho a decir aquello que se espera que digas. Hay poco terreno para la espontaneidad y cuando lo quieres explorar te arriesgas a que salga un titular descontextualizado. Te acabas convirtiendo en una persona conservadora. Tiene que haber un nuevo pacto entre periodistas profesionales y entre los políticos para hacer un mejor servicio a la ciudadanía que busca cosas diferentes de los políticos".
Combatir la desafección
No tenemos partidos políticos lo bastante porosos para dejarse intoxicar por los cambios que ha habido a la sociedad y las instituciones han sido muy reticentes a estos cambios. Y eso tiene impactos. No confiemos en aquello que la administración pública nos pueda proveer. No creemos que la institución nos cuide.
"Hay una desafección hacia los partidos políticos y las instituciones que tenemos que cambiar. Los partidos no han sido proactivos en eso. Seguimos diseñando políticas urbanísticas sin tener en cuenta que no vivimos de la misma manera que hace treinta años".
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