Sánchez asume la presidencia española de la UE con un inicio lleno de obstáculos
España asume desde este sábado, y hasta finales de año, la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea (UE) y tendrá que gestionar un inicio de etapa lleno de obstáculos: desde las elecciones generales hasta la resolución del caso Puigdemont.
¿Por qué es importante? Algunas de las prioridades que se ha fijado el ejecutivo español en una presidencia marcada por las elecciones generales del 23-J, que podrían hacer traquetear la agenda en caso de cambio de gobierno.
Contexto: Se trata de la quinta presidencia del Consejo de la UE que asume España. La última vez fue el 2010 bajo el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero.
- En este caso, llega en un momento clave porque será la penúltima antes de que acabe la legislatura, con las próximas elecciones europeas previstas para junio.
Los obstáculos: Pocos días después de empezar la presidencia, el 5 de julio, el Tribunal General de la Unión Europea sentenciará sobre la inmunidad del presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont.
- Tanto si la justicia dicta a favor de Puigdemont o en contra, la reputación de España puede quedar en entredicho. Si se mantiene la inmunidad de Puigdemont, se podrá pasear con total libertad por Europa, en cambio, si no fuera así se iniciaría un nuevo proceso judicial en Bélgica donde España tendría que volver a pensar como afrontar.
- El segundo reto son las elecciones del 23 de julio. Si el PP gana, el poder socialista de Sánchez en la UE se puede tambalear. Y también puede ver truncado todos sus objetivos marcados en Bruselas.
Los objetivos de Sánchez: Reformar las reglas fiscales, alcanzar un pacto migratorio, poner el foco en la reindustrialización y en el mercado eléctrico, darle un impulso a las relaciones con Latinoamérica, entre otros.
