El Gobierno ve margen para pactar con Puigdemont: "Prudencia y paciencia"

"Prudencia y paciencia". Eso dicen desde Ferraz los líderes del PSOE sobre las negociaciones con Junts después de la conferencia de Carles Puigdemont desde Bruselas. De hecho, voces socialistas autorizadas como Félix Bolaños, ministro de presidencia, o Isabel Rodríguez, portavoz del ejecutivo central, han apuntado que hay margen para el pacto con los independentistas.

¿Por qué es importante? Según fuentes consultadas por El Mundo, diario más del ala de derechas, y por El País, más de izquierdas, apuntan en la misma dirección: creen que las condiciones de Puigdemont son una "posición de máximos" y que valoran positivamente que el referéndum ya no sea una condición sine qua non para la investidura.

• "Parte de posiciones de máximos, es lógico" para empezar las negociaciones, remachan los socialistas, que celebran que por primera vez Puigdemont "está dispuesto a hablar" sin poner ninguna línea roja más que la amnistía. Por otra parte, asumen que la retórica independentista irá al alza por la proximidad de la Diada y creen que es tan solo exaltación para marcar posiciones.

Destinación, amnistía: Tanto Esquerra como ahora Junts han marcado como objetivo indispensable para investir Sánchez la desjudicialización del Proceso a través de una ley de amnistía. Es por eso que desde Sumar han emprendido un papel mucho más implicado en la negociación con el independentismo por así no desgastar tanto el PSOE, que delante del suyo electoral no entendería reuniones con Puigdemont. 

• Los socialistas negocian y mantienen contactos con cuadros de Junts y ERC pero siempre desde la discreción para no exaltar el españolismo. Sin embargo, ya advierten que están trabajando para adoptar medidas "dentro del marco constitucional" para garantizar "la convivencia en Catalunya". El PSOE busca un mecanismo que quepa dentro de la Carta Magna y que pueda vender como una medida conciliadora a la vez que satisfaga el independentismo.

Por otra parte: Puigdemont es conocedor del desgaste que ha sufrido Esquerra después de comandar los indultos. Es por eso que los juntaires exigen otras condiciones, aparte de la amnistía que en la práctica es un paso más a la medida de gracia que ya otorgó Sánchez. El líder de Junts ha reclamado a un mediador neutral e internacional que vigile el diálogo y haga seguimiento del cumplimiento de las promesas.

• En este sentido, se ha pronunciado Jaume Asens, negociador de Sumar y exlíder de Comuns, que ha asegurado que es una figura "problemática" y prefiere a un "facilitador neutral y amigable".