Uno de cada cinco encuentros por apps de citas acaba en agresión sexual

Más de la mitad de las usuarias de aplicaciones de citas se han sentido presionadas para mantener relaciones y hasta un 21,7% asegura haber sufrido una agresión sexual con violencia.

¿Qué sabemos? Esta es la realidad que ha salido a la luz después del estudio "Apps Sin Violencia Sexual" financiado por la Delegación del Gobierno contra la violencia de género y elaborado por la Federación Mujeres Jóvenes.

• Este estudio se ha basado en entrevistas a 963 mujeres usuarias de la aplicación de citas Tinder, la más utilizada por jóvenes en España.

Con cifras: 7 de cada 10 mujeres aseguran sentirse presionados para mantener relaciones.

• Un 40% para mantener relaciones violentas.
• Un 57% se ha visto presionada a consumir alcohol para mantener relaciones.
• Casi el 22% de los encuentros acaban en una agresión sexual.
• También hay que destacar la dificultad de las mujeres para detectar la violencia sexual, ya que inicialmente el 86,4% de las encuestadas aseguró no haberla sufrido.

Además: Un 48% de las encuestadas se ha sentido tratado como un objeto.

• Un 33% quiso parar la relación y el hombre se enfadó.
• Un 27/ vivió situaciones violentas durante el acto sexual.
• Un 29,5% fue presionada para realizar prácticas que no quería.
• Un 27,7% fue penetrada sin su consentimiento sin preservativo.

¿Qué sabemos? Esta investigación ha permitido comprobar cómo estas aplicaciones de citas se pueden utilizar como canal para la captación de mujeres para la prostitución.

• De hecho, un 72% de las mujeres han visto perfiles de hombres que ofrecen dinero o regalos y además de un 60% les han ofrecido dinero o regalos para quedar.
• Una de las autoras del estudio, Irene Otero, ha denunciado como en los últimos años se ha visto una "glamourización de la prostitución" basándose en el "falso mito de la libre elección", que no tiene en cuenta estructuras de opresión o pobreza.

Finalmente, el perfil inventado para la investigación obtuvo más de 10.000 me gusta en dos semanas de hombres de entre 35 y 55 años.

• Durante los primeros mensajes ya se observó violencia a través de la solicitud de fotografías desnudas o de 'sexting'.