La Iglesia niega el abuso de 440.000 niños: "La mayoría pasan en las familias"

Joan Josep Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha negado la cifra de víctimas de abusos sexuales por parte de la Iglesia calculada por el Defensor del Pueblo.

¿Qué sabemos? El estudio demoscópico de la entidad refleja que el 1,13 por ciento de los españoles ha sufrido agresiones sexuales durante su infancia en el ámbito religioso, y un 0,6 por ciento directamente de un sacerdote o miembro de la Iglesia.

• La extrapolación de datos indica que casi medio millón (440.000) de niños han sufrido agresiones sexuales a nivel religioso y más de la mitad (240.000) por parte de un sacerdote o miembro de la Iglesia.
• Los obispos se reunieron en asamblea extraordinaria y emitieron un comunicado desautorizando el estudio del Defensor del Pueblo.

¿Qué dicen? Omella ha hecho referencia a esta extrapolación de datos y defendió al conjunto de sacerdotes y religiosos: "No corresponde a la verdad, creo que no está bien hecha".

• Asegura que los abusos sexuales infantiles son "un problema social que va más allá de la Iglesia" y que "la mayoría de abusos ocurren en las familias".
• Sin embargo, el presidente de la CEE volvió a pedir perdón a las víctimas "por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia a lo largo de la historia y sobre todo de los últimos años".

Además: El secretario general Francisco César García ha dicho este martes que la Conferencia Episcopal Española participará en la financiación de un fondo estatal para reparar el daño de las víctimas si este incluye a todas las víctimas, no solo a las de la Iglesia.

• En este sentido, insistió en que "el 90 por ciento de las víctimas" quedarían excluidas y serían "víctimas de segunda", dando a entender que la Iglesia es responsable de un 10 por ciento de los casos.
• En cualquier caso, indicó que la Iglesia ya ha articulado sus "mecanismos propios de reparación integral" dirigido a las víctimas que ellos tienen contabilizadas.

Por último: Omella ha insistido en el cambio de paradigma de la sociedad y de la Iglesia en la lucha contra esta lacra.

• "Sacábamos a aquella persona de su sitio hasta que hemos tomado conciencia de que era una lacra que teníamos que afrontar. Y gracias a Dios lo hemos afrontado. En eso nos ayudamos todos: unos que lo denuncian, otros que lo reconocen y unos que actúan. Y esto es muy bueno."