Opinión
Juan Ignacio Soto Valle
opinión

Cargos públicos caducados

La prensa, pública y privada, se ha referido estos días hasta atiborrarse a los cargos caducados de dos órganos vertebrales de nuestro bloque de la constitucionalidad: El Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial. Sobre esta cuestión incluso se ha llamado a la puerta de la Comisión Europea que solamente ha abierto la mirilla.

La transparencia y la integridad institucional son hoy recursos retóricos frente a la recurrente corrupción

Todos han apelado a la democracia y a la Constitución para denunciar una situación a la cual los ciudadanos asisten con la misma perplejidad que veían en Messi coronarse con el ‘bisht’ árabe negro y dorado como campeón en el Mundial de fútbol de Qatar.

Se esconde, sin embargo, que el spoil system, o sea el botín, el clientelismo lo invade todo en la actual democracia de partidos y la verdad es que no tenemos una alternativa conocida que pueda ayudar a mejorar la situación. C'est la merde de la democracie que dicen los franceses. Pero aquello otro —o sea “aquello otro”— es mucho peor.

La transparencia y la integridad institucional son hoy recursos retóricos frente a la recurrente corrupción. La última muestra de eso ha sido protagonizada por el Parlamento Europeo en donde su exvicepresidenta Eva Kaili y otros miembros nos han mostrado cómo funcionan las bolsas de basura en el tráfico de influencias. Pocas semanas antes de este escándalo, la alta institución de la UE había acordado por unanimidad de todos los grupos que los cerca de 5.000 euros mensuales que perciben en dietas los 705 europarlamentarios no necesitaban ni justificación ni control.

Pero volvamos al principio. Porque si entre el TC y el CGPJ hay mucha tela por cortar, aquí en Catalunya, sabemos muy también. Ponemos algunos ejemplos:

1. Rafael Ribó, síndic de greuges, superó los seis años con el mandato caducado.
2. Joan Egea, presidente del Consell de Garanties Estatutàries —nuestro Tribunal Constitucional— superó los dos mil días con el mandato caducado.
3. Joan Ignasi Puigdollers y Emma Balseiro, consejeros de la Sindicatura de Comptes superaron los tres años con el mandato caducado. También lo estuvo un puñado de meses su presidente, Jaume Amat.
4. Tres miembros del Consell Català de Mitjans Audiovisuals —o sea, tres— estuvo más de cuatro años con el mandato caducado.

También el Defensor del Pueblo —o sea, del pueblo— estuvo más de tres años con el mandato caducado antes de que “el independiente” Gabilondo fuera nombrado.

Pocas semanas antes de ese escándalo, la alta institución de la UE había acordado por unanimidad de todos los grupos que los cerca de 5.000 euros mensuales

¿Qué ha pasado aquí para que en menos de un año se haya olvidado la larga lista de cargos públicos caducados en Catalunya? Pues que alguien posibilitó el acuerdo para resolver en términos democráticos la situación, con una manera de hacer muy diferente de la que ha provocado la situación en el TC y al CGPJ y a quién este protagonismo invisible apuntala como líder de un futuro gobierno de Catalunya. No diré el nombre. De momento. ¡Feliz año 2023!

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