Opinión
Xavi Domínguez
opinión

Ser mujer es un problema

Seguramente habrá quien tilde este artículo de populista, está en su derecho, pero hay realidades que no se pueden tapar como quien tapa el sol con un dedo, una de ellas, esta. ¿Por qué es tan difícil ser mujer en política?

  • La política exige cada día más racionalidad cuando lo que funciona es la emoción, que es hija de la proximidad. Las mujeres tienen ese don, es decir, navegan a contracorriente en un mundo de hombres.
  • La pandemia demostró que la sensibilidad era más útil que la testosterona, pero la política se interpreta como mano dura y no como ejercicio de empatía. Las mujeres vuelven a perder. Ser empática es sinónimo de debilidad.
  • Ser mujer y su definición es incompatible con la definición que los hombres han hecho de la política, ellas, sensibles, emocionales y cercanas, ellos definen la política como dura, agresiva y de contraste. Terreno creado para fracasar.
  • A la mujer que se dedica a la política se la tilda de desapegada de su familia, crueldad utilizada en las campañas por los que le tienen miedo a la neurona por exceso de testosterona.
  • Masculinizar a una mujer es el error más grande en política, les permite sobrevivir, pero no triunfar.
  • Relacionan a las mujeres con puestos de sensibilidad social, porque es una manera de machismo encubierto por no dejarlas ser responsables de tareas como la seguridad o la economía.
  • Las mujeres tienen un problema en política: Las propias mujeres. La solidaridad masculina es el ejemplo a seguir. Las mujeres entre ellas compiten, los hombres no, los hombres se cubren.
  • Mientras la mujer siga siendo una cuota, no será una persona con plenitud de competencia, será eso, una cuota.
  • Las mujeres pagan por las malas prácticas de las mujeres, los hombres se convierten en el recambio necesario a un hombre que actuó mal.
  • Feminizar la política no es hacer diseño con corazones, es empatizar con una sociedad que sufre. No tienen que ver con el género, tiene que ver con la forma de ser. 
  • La política necesita mujeres, no las mujeres necesitan a la política, el día que entendamos eso, nuestras campañas, gobiernos y partidos, serán mejores.
  • Merkel, Thatcher, Chinchilla o Bachelet no son la excepción por ser mujeres, son la excepción porque fueran más valientes que la media. El género no es excepcional, la valentía sí. 
  • Ser mujer en política es pedalear cuesta arriba en un mundo en el que el dueño de la bicicleta, la calle, el banderín de salida y los premios, siguen siendo los hombres. 
  • A la política le sobra testosterona y le falta serotonina, le sobra división y le falta empatía, la solución “CLARA-mente” pasa por no escuchar mujeres criticando a otras mujeres, hoy tan de moda y celebrado.

Y si molesta, lo siento.

Categoría: Opinión
Etiqueta: Feminismos