Opinión
Maria de la Pau Janer
Tiempo de lectura: 3 minutos
opinión

Maquíllate y súbete con unos tacones hasta el cielo

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¿Qué son los tacones? Para algunas mujeres un instrumento de tortura. Para otros un arma de empoderamiento. Tenía una amiga alta y rubia. Me encantaba su fuerza, la capacidad de convencer y seducir, su sentido del humor y la rapidez de su inteligencia. 

Los tacones y el maquillaje nunca han sido formas de sumisión femenina. Mejor al revés: las mujeres hemos hecho uso para aumentar la autoconfianza y el poder de seducción

Le encantaba ponerse tacones y elevarse por encima de los otros. Un día le pregunté: “por qué te pones tanto tacón”?. La respuesta me llegó rápida: “Me encanta mirar a los hombres desde arriba.” Reímos, porque la frase era toda una declaración de intenciones. 

Era una mujer fuerte, sin complejos, que participaba en tertulias políticas, programas de televisión, y gestión cultural. Pisaba fuerte y le gustaba llevar tacones porque reflejaban una actitud concreta ante la vida. La actitud de quien pretende conquistarla. Se llamaba Natàlia Molero, y la amé hasta que murió. Tengo que decir que la amo todavía.

Durante un tiempo, trabajamos juntas en la televisión. Nos encontrábamos en la sala de maquillaje. Como no solíamos quedar contentas de los resultados del colorete y la barra de labios, antes de salir a plató a enfrentarnos con la adrenalina de los directos, nos encerrábamos en el lavabo y acabábamos la tarea de iluminarnos las mejillas y los ojos. Era un juego que celebrábamos con una alegría cómplice que he añorado muchas veces. 

Los tacones y el maquillaje nunca han sido formas de sumisión femenina. Mejor al revés: las mujeres hemos hecho uso para aumentar la autoconfianza y el poder de seducción. 

Dicen que la Generalitat ha puesto una multa de treinta mil euros a la Compañía Vueling porque pide que las azafatas lleven unos centímetros de tacón y un maquillaje suave para trabajar. No me parece una exigencia terrible. A muchos hombres, se les pide que lleven corbata al trabajo, cosa que puede ser interpretado como un indicador de elegancia o como una incomodidad absurda. 

Las azafatas históricamente han sido víctimas de comentarios y actitudes machistas. Han tenido que soportar desde chistes de mal gusto hasta bromas que no se pueden tolerar. Pero no tenemos que confundir las cosas: muchas profesiones que implican mostrarse ante el público exigen tener una cura especial de la propia imagen

El maquillaje, aplicado con un mínimo de gracia, mejora el aspecto de la mayoría de mujeres y hombres. Hace años que conozco hombres que se ponen eyeliner, rimmel, o base de maquillaje. Lo hacen porque quieren (y no caigamos en el tópico de pensar que son gais, porque nos equivocaríamos). Quieren mirarse en el espejo y sentirse más atractivos. Simplemente. 

¿Es punible poner unas normas estéticas a los trabajadores de una empresa que pretende dar una imagen determinada? ¿Es machista? Quizás Vueling tendría que decir que aconseja el uso de maquillaje a sus azafatas y ayudantes de vuelo. Es decir, mujeres y hombres que quieran hacer uso sin estridencias innecesarias. 

La Generalitat ha puesto una multa de treinta mil euros a la Compañía Vueling porque pide que las azafatas lleven unos centímetros de tacón y un maquillaje suave para trabajar. No me parece una exigencia terrible

Al fin y al cabo son cuestiones estéticas sin mucha importancia. Hay quien opta siempre por la comodidad. Otros son esclavos de la imagen. Quizás un punto intermedio sería más adecuado. El tema de los tacones también tiene un punto sexi y, hasta y todo fetichista, que puede alegrar la vida de los que se alzan y apuntan hacia el cielo.  

Categoría: Opinión
Etiqueta: Feminismos