Opinión
Maria de la Pau Janer
Tiempo de lectura: 3 minutos
opinión

Cuando los humanos seremos esclavos de las máquinas inteligentes

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Matrix es una película de ciencia ficción que se estrenó el año 1999. Dirigida por las hermanas Wachowski, y protagonizada por Keanu Reeves, presenta un futuro donde la humanidad vive una realidad simulada que han creado las máquinas inteligentes para someterla. Este mundo de mentira impide que los humanos comprendan que viven convertidos en simples fuentes de energía. Son nada. Este es el punto de partida de una magnífica trilogía que ha tenido un éxito enorme. 

Los humanos inventamos máquinas tan poderosas que nos superan. Creamos a nuestros propios dominadores. Nos convierten en esclavos. Nos someten

En 1999, a finales del siglo XX, la historia era pura ciencia ficción, un relato apasionante e imaginativo. Cuando estamos en las postrimerías del primer cuarto del siglo XXI, la ciencia ficción de antes puede convertirse en una extraña realidad, generadora de polémicas, grandes interrogantes y controversias.  

No hace mucho, un amigo me hablaba de una aplicación del móvil que permite hacer “redacciones a la carta”. Por ejemplo, quiero que me redacte un texto sobre el inicio de la metalurgia en la industria española, sobre el turismo en Tombuctú, la poesía trovadoresca, o las relaciones entre España y Cuba... Solo tengo que dar la orden y, en poco tiempo, la aplicación me hará una redacción bien estructurada, coherente, con los conceptos claves desarrollados sobre el tema. 

Hice la prueba y, literalmente, me sorprendí. Cuando mi amigo me preguntó: ¿“y qué pasaría si se desarrollara la aplicación hasta el punto que fuera posible “encomendar” la redacción de una novela, un artículo periodístico, o una reseña? La respuesta que no dije es obvia: no harían falta los escritores, ni los periodistas, ni los colaboradores de los diarios. No haría falta que nadie escribiera. ¿La inteligencia artificial crearía textos y los humanos qué haríamos? ¿Intentar escribir mejor? ¿Ser más creativos? ¿Competir o renunciar? También podría suceder que se hiciera una programación entera de radio con voces sintéticas. U operaciones quirúrgicas sin que interviniera ningún médico. La robótica de cirugía puede ser mucho mejor que las manos de un cirujano. 

Una carta abierta, aparecida y difundida recientemente, firmada por el cofundador de Apple y muchos otros líderes mundiales pide una pausa en el desarrollo de la inteligencia artificial. Quieren un paréntesis, ni que sea de seis meses, para poder valorar las consecuencias que el crecimiento acelerado de la IA puede llegar a tener en la vida humana. Aseguran que los laboratorios han protagonizado en estos últimos tiempos una carrera incontrolada para crear mentes digitales más potentes que sus propios inventores. Eso significa que nadie puede predecir hasta donde llegarán los límites de la inteligencia artificial. La hipótesis que superen los humanos ya no es un producto de la ciencia ficción, sino un peligro real.

La hipótesis que la inteligencia artificial supere a los humanos ya no es un producto de la ciencia ficción, sino un peligro real

Es decir: los humanos inventamos máquinas tan poderosas que nos superan. Creamos a nuestros propios dominadores. Nos convierten en esclavos. Nos someten. La vida deja de ser vida. Matrix se hace realidad y el mundo pierde la deriva. El punto de no retorno es la creatividad: máquinas y softwares capaces de ser creadores. Quizás -propongo- la pausa no tendría que ser de seis meses. ¿Y si fuera indefinida?