Opinión
Jaume Barberà
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opinión

Deriva

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Junts es una agrupación de postconvergentes y de algunos arribistas que, en estos momentos, se encuentra a la deriva, si es que alguna vez ha sabido cuál era su rumbo. 

En Catalunya, sobre todo desde la irrupción del proceso, hay miles de personas que decidieron vivir en realidad paralelas, como la señora Borràs

De hecho, no se sabe qué es. Tanto es así que, Xavier Trias, el mascarón de proa convergente que más cotiza ahora mismo, con el permiso y visto bueno de los militantes de base de Waterloo, huye de las siglas de Junts y de sus figuras más hiperventiladas como lo hacen los gatos con el agua escaldada.

¿Cómo es posible que no hayamos podido ver ni a un segundo Xavier Trias con la heroína de las desobediencias oníricas Laura Borràs, que, por si alguien todavía no lo sabe, pasa por ser la presidenta de la formación que Trias defenserà en las urnas, es decir, Junts? Siempre, cuando la heroína necesita y busca calor, Trias no está. ¿Es eso normal?

Borràs ha sido condenada por corrupción. La sentencia todavía no es firme. Y como ha sido mal asesorada y, además, se ha dejado instrumentalizar, víctima como es de una ambición sin límites, ahora se encuentra con que, los que se lo juegan todo el 28 de mayo, no están, no serán y, es que además, no quieren ser. ¿Los partidos políticos son así? ¿No, los partidos políticos no son así, pero es que quien es lo que quiere fotografiarse con dirigentes que hayan sido condenados por corrupción?

Sí, es verdad. Borràs y los suyos dicen que todo es persecución política de manual. Y que, en ningún sitio, de hacerla dimitir, lo que se tiene que hacer es restituirla donde haga falta y desobedecer. 

Y después te viene en la cabeza el caso Juvillà. ¿Se acuerdan? ¿Qué hizo la heroína de la desobediencia como presidenta del Parlamento? ¿Hay que recordarlo? No hace falta.

Desde hace tiempo, en Catalunya, sobre todo desde la irrupción del proceso, hay miles de personas que decidieron vivir en realidad paralelas, como la señora Borràs. Es lo mismo que pasa con los trumpistas, que también niegan que su líder haya cometido ninguna irregularidad.

Ya puedes decir lo que quieras, presentar cuatrocientas mil pruebas, es absolutamente igual: a quien ha decidido creer desde el corazón no lo convencerás desde la razón. Por eso, los populismos, ya sean de izquierdas o de derechas, son tan difíciles de desmovilizar y/o desenmascarar con resultados. Por eso los que han decidido creer en realidades paralelas odian e insultan los que han hecho y hacen un gran esfuerzo por aceptar la realidad, condición indispensable para, si se quiere, cambiarla.

Todo el mundo sabía que el caso Borràs acabará como está acabando. Se sabía antes de permitirle ser al frente de Junts y de presidir el Parlamento. Pero desde Junts callaron, víctimas como son, todavía, de no saber qué quieren ser.

Destacados militantes y diputados de Junts van cada fin de semana a ver la Moreneta para pedirle que, por favor, haga que el ANC cree la tan anunciada lista cívica

Y ahora esta cobardía de los que lo tendrían que haber evitado mucho antes de que pasara, aunque eso hubiera ido en contra de la estrategia del como peor, mejor, que tanto practica Waterloo, es la que pondrá las cosas más difíciles de lo que son a su candidato para Barcelona: Xavier Trias.

Hoy, desde el interior de Junts, incluso desde su grupo parlamentario, hay destacados militantes y diputados que van cada fin de semana a ver la Moreneta para pedirle que, por favor, haga que el ANC cree la tan anunciada lista cívica. Si hay suerte, la podría encabezar, quizás, el vicario con sueldo vitalicio.