Opinión
Miquel Pellicer
Tiempo de lectura: 5 minutos
opinión

Denunciadme a Twitter: @mik1977

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Ahora, hace más de un mes, una alerta de seguridad me advertía que alguien estaba intentando entrar en mi cuenta de Twitter. Unos minutos después, lo consiguieron, cambiando la contraseña de la cuenta y cambiando el correo electrónico de referencia. Después de quince años, mi identidad en Twitter @mik1977, con más de 8.000 seguidores y con verificación oficial, ha pasado a manos de un desconocido. Mi caso no es único. Varios periodistas y usuarios han visto comprometida su seguridad y han perdido la gestión de sus cuentas con procedimientos similares. Los expertos advierten de la necesidad de la doble autenticación para acceder a la cuenta y protegerlos, pero este proceso ahora mismo en Twitter es posible solo en la versión de pago: Twitter Blue. Pagando, San Pedro canta. 

Muchos usuarios dedicados a la desinformación y al discurso del odio están aprovechando el programa de pago para sobresalir en las búsquedas

La no respuesta de Twitter. Desde que se produjo el hackeo de mi cuenta, he denunciado el incidente en numerosas ocasiones: múltiples correos al servicio de atención de esta red social. Nulo resultado. De todas las denuncias con pruebas y documentos acreditativos de DNI y pasaporte verificando mi identidad, solo dos respuestas automatizadas. Twitter no puede verificar que esta cuenta sea mía a pesar de toda la documentación aportada; y que, si quiero seguir disfrutando de la plataforma, que cree un nuevo usuario en la plataforma. 

Los numerosos despidos de trabajadores de la plataforma han dejado a la mínima expresión el servicio de atención al usuario. Y el silencio administrativo y las respuestas automatizadas son la tónica habitual de una red social que con Elon Musk al frente se está devaluando minuto a minuto. Los viejos contactos en Twitter España ya no existen y no hay forma de hablar con personas humanas. 

Estoy perdiendo la esperanza de recuperar la cuenta de Twitter, pero si me queréis hacer un favor, os lo agradezco. Id a @mik1977 y utilizad el botón de los tres puntos para denunciar esta cuenta. Ahora mismo no soy yo ni tengo el control. Una denuncia masiva podría ayudar a solucionar este caso. Bien, eso quiero creer... 

Datos confidenciales de hospitales o universidades compartidas en la Dark Web, contraseñas publicadas y puestas en público, cuentas de redes sociales destripats, suplantaciones de identidad, pishing, malwares... el día a día de la ciberseguridad. Los datos personales y nuestra presencia digital están más en peligro que nunca. 

Desinformación y otras mierdas de Musk. En el caso de Twitter, la nueva era con Elon Musk está debilitando los derechos de los usuarios con decisiones focalizadas a hacer pasar por caja. Desde la semana pasada, cuentas verificadas desde hace años han perdido el sello azul. Aparecen cuentas que pagan Twitter Blue y que suplantan la identidad a los usuarios que no pagan. 

Nunca ha sido tan fácil trolear una celebridad haciéndose pasar por esta persona. 

Los privilegios del programa de pago Twitter Blue también permite aparecer de forma destacada en las búsquedas y respuestas de las publicaciones. Así, muchos usuarios dedicados a la desinformación y al discurso del odio están aprovechando el programa de pago para sobresalir en las búsquedas. Ya lo dijo Musk cuando compró Twitter, que quería “salvar la humanidad” (sic).  

Defendiendo la libertad de expresión... Por otra parte, el Digital Forensic Research Lab (DFRLab) ha descubierto que varios medios de comunicación estatales rusos, chinos e iraníes en Twitter simultáneamente han empezado a ganar seguidores después de meses de caída o estancamiento. 

Aunque las muchas investigaciones sobre los discursos de odio a Twitter se están deteniendo por las restricciones impuestas sobre el acceso a los datos de la plataforma, lo que descubre el DFRLab es especialmente grave si se tiene en cuenta que el algoritmo de la plataforma está promocionando el contenido de medios oficiales de países autoritarios que publican contenido para ejercer influencia a través de la propaganda y las noticias falsas. 

Es curioso que el hackeo en mi cuenta de Twitter se produjo en un momento donde estaba advirtiendo de los múltiples engaños que Elon Musk estaba realizando: hablando de libertad de expresión al mismo tiempo que promocionaba contenido de la ultraderecha americana; escondiendo sus intereses y las conexiones con Arabia Saudí o China; o restringiendo el uso de la plataforma a periodistas que investigaban su gestión. Casualidades de la vida...

Escribía hace unos días la periodista especializada en plataformas sociales Carmela Ríos que “la magnífica herramienta de información en tiempo real, de comunicación política, de intercambio de conocimiento, de diálogo global que ha sido Twitter, está mutando en un entorno confuso y desordenado donde la realidad y la impostura se cruzan naturalmente”. 

Los numerosos despidos de trabajadores de la plataforma han dejado a la mínima expresión el servicio de atención al usuario

Optimista por naturaleza, Ríos dice que, a pesar de todo, Twitter sigue siendo una herramienta interesante para los periodistas. Desde el punto de vista de la observación participante, sin duda, para asistir a la muerte en tiempo real de una plataforma que está perdiendo la confianza de millones de usuarios. 

Antes marcharse, no obstante, hacedme un favor, denunciadme a Twitter

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