El pueblo más pequeño de Catalunya cambiará de alcalde después de 36 años

Gisclareny ostenta el título del pueblo más pequeño de Catalunya y en las próximas elecciones cambiará de alcalde después de 36 años. 

¿Por qué es importante? El próximo domingo 28 de mayo se celebran elecciones municipales en España. Los ciudadanos están llamados en las urnas para escoger a sus representantes políticos. 

Situación actual: El pueblo más pequeño de Catalunya, Gisclareny (Berguedà) cambiará de alcalde. Joan Tot, que es alcalde del municipio desde 1976, con un paréntesis de 8 años, ha decidido no presentarse más. 

• En el último siglo, Gisclareny ha perdido centenares de habitantes. Ahora, tiene 28, de los cuales 25 con derecho al voto, y, que residan en él todo el año, solo 20. El turismo y la ganadería son la principal y única fuente de ingresos. Desde el año 2018, ostenta el título de pueblo más pequeño de Catalunya.

Previsiones: La alcaldía no saldrá de casa del actual alcalde, ya que con toda probabilidad le tomará el relevo su hija, Queralt Tor. Ella se presenta este año por primera vez a las elecciones bajo la misma marca política con la cual lo hacía su padre: Acord Municipal, una lista vinculada a ERC.

El actual alcalde de Gisclareny, Joan Tor, al lado de su hija, Queralt Tor, que ahora le toma el relevo y se presenta a las elecciones | ACN

• Pero esta vez la familia Tor tendrá contrincante: Emili Casas del PSC, un vecino de Bagà que no vive ni vota en el pueblo. No es la primera vez que se presenta una lista fantasma.
• Los vecinos creen que no servirá de nada: Aquí nos conocemos todos y, si viene alguien de fuera, no tiene nada que hacer. Ni los conocemos, ni les queremos conocer", dice Enric Franch, vecino y propietario del único restaurante del pueblo.

En detalle: Gisclareny funciona por consejo abierto y, por lo tanto, no se eligen concejales, sino que solo se escoge el alcalde. 

¿Qué dicen? Joan Tor admite que, el hecho de que su hija le siga los pasos, le hace mucha ilusión: Mi padre fue quien me hizo entrar. Cuando tenía 23 años me dijo que tenía que tratar de ponerme para sacar el pueblo adelante, y estoy contento de haberlo aceptado", subraya.

• Otros vecinos, como Antoni Baños, también están muy contentos con que la Queralt Tor haya dado el paso: "Cuando era pequeña ya le dije que, si algún día se presentaba, yo la votaría, y ahora lo haré". 
• Queralt Tor sigue el relevo de su padre consciente de que en los pueblos pequeños hay mucho trabajo por hacer: "Somos pocos y cuando repartes tareas, toca mucho trabajo para cada uno. El alcalde es desde lo que abre la puerta porque viene alguien al Ayuntamiento, el que envía toda la documentación administrativa, lo que está al corriente de las subvenciones. Todo el mundo te viene a pedir a ti, es un todo".
• El candidato del PSC, un vecino de Bagà que no vive ni vota en el pueblo, dice: "Me pidieron hacerlo y acepté porque pienso que en Gisclareny todo el mundo es muy buena gente", subraya.

Para acabar: La mayoría de vecinos aseguran que el candidato fantasma no tiene nada que hacer. "Aquí nos conocemos todos y no queremos que nadie de fuera nos venga a decir qué tenemos que hacer", subraya Enric Franch, propietario de Cal Misèria, el único restaurante del pueblo.