Clara Chía gana en los juzgados: orden de alejamiento por acoso
Clara Chía ha salido victoriosa del enfrentamiento judicial con el paparazzi Jordi Martín, contra el que había interpuesto denuncia y reclamado una orden de alejamiento. Este viernes, el titular del juzgado número 6 de Barcelona le ha dado la razón.
¿Qué sabemos? El juez ha decretado una orden de alejamiento de 400 metros de Jordi Martín respecto de Clara Chía. Esto incluye su domicilio, lugar de trabajo y cualquier espacio donde esté la pareja de Gerard Piqué. En cambio, quedan excluidos los actos públicos donde el fotoperiodista tenga autorizado el acceso. En estos casos, no podrá acercarse a menos de 20 metros de la joven.
Al detalle: Sobre el caso concreto que denunció Clara Chía, en relación a las fotografías que Jordi Martín hizo cuando se coló en la boda de un amigo, y después entrando sin permiso en el parking de la pareja en su casa, el magistrado considera que hay indicios de criminalidad. Con esta mala praxis, el paparazzi consiguió las primeras imágenes de la pareja, que fueron portada de revista.
¿De dónde venimos? Hartos de la persecución de Jordi Martín, Gerard Piqué y Clara Chía interpusieron una denuncia contra él por acoso. Además de los casos ya mencionados de la boda de un amigo y del parking de casa, la pareja también se querelló contra él por haber protagonizado incluso persecuciones con el coche para conseguir unas fotos.
- Por todo esto, presentaron una denuncia que finalmente fue retirada este miércoles.
- No retiraron en cambio la demanda de Clara Chía de una orden de alejamiento de 1.000 metros, que finalmente será de 400.
¿Qué dice Clara Chía? Antes de conocer la sentencia, Clara Chía ha denunciado en sede judicial su "sufrimiento", y ha acusado al fotógrafo de un "comportamiento agresivo, angustiante, intrusivo y provocativo". Unas palabras que han convencido al juez, que ha acabado dándole la razón.
Para acabar: La medida estará vigente durante tres meses prorrogables, durante los cuales Piqué y Clara Chía esperan recuperar una parte de tranquilidad. Pasado este tiempo, el magistrado confía en que el interés mediático sobre ella haya decaído.
