Los invitados a la boda de Tamara Falcó pasaron hambre: "Comida cruda y escasa"
Tamara Falcó no gana para disgustos. La marquesa intentó tener una boda perfecta, pero parece que los invitados salieron de la celebración muy molestos y con la barriga vacía.
¿Qué sabemos? Tamara Falcó y su pareja se casaron este sábado 8 de julio en el palacio El Rincón. Una boda a la que fueron 400 personas, que comieron un menú elaborado por el chef Eneko Atxa, con estrellas Michelin. Aunque la comida no fue para tirar cohetes. Muchos invitados pasaron hambre y se hartaron de pan. Un drama.
¿Qué ha pasado? El programa Ya es mediodía, de Telecinco, hoy martes 11 de julio, ha seguido hablando de la boda de Tamara Falcó, que iba vestida con un vestido de invierno de lana que se copió de Letizia Ortiz en su boda con Felipe VI. El programa se ha centrado en las quejas de los invitados a la celebración. Y es que parece que muchos salieron descontentos porque pasaron hambre.
En profundidad: El aperitivo constó de 20 platos y parece que estaban bastante buenos. El drama fue durante la cena, donde se sirvieron tres tristes platos. El primero, por lo que han dicho, era escaso. El segundo era pichón, en homenaje al padre muerto de Tamara, y muchos comensales se lo tuvieron que comer crudo, como si estuvieran en el programa de Telecinco, Supervivientes. Los postres eran una mezcla entre chocolate y aceite de oliva y también dejaron mucho a desear. Un auténtico desastre. "Muchos de los invitados pasaron hambre y la gente no paraba de comer pan. El plato principal estaba crudo", han dicho desde el programa de Mediaset.
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Para acabar: Los novios, conscientes que la cena fue una auténtica pena, sacaron más comida a altas horas de la madrugada, cuando la gente estaba bebiendo y bailando sin parar. Una sobrecena que llegó tarde. Estaba previsto hacia las tres de la madrugada, pero no se empezó a servir hasta las cinco. Un detalle que acabó de cabrear a los invitados, haciendo que muchos de ellos se marcharan antes de la sobrecena. A toda esta polémica de la comida hay que sumar la prohibición de usar teléfonos móviles, para evitar que se filtraran fotos de la boda en las redes sociales, que también molestó a muchos invitados. En dos palabras: un desastre.
