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Joana Sanz, con la familia de Dani Alves en la Audiencia de Barcelona
Foto: Joana Sanz, con la familia de Dani Alves en la Audiencia de Barcelona | EFE
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Joana Sanz, en el juzgado: abrazo con su suegra tras defender a Dani Alves

Barcelona.
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Joana Sanz, con la familia de Dani Alves en la Audiencia de Barcelona
Foto: Joana Sanz, con la familia de Dani Alves en la Audiencia de Barcelona | EFE

Joana Sanz ha reaparecido públicamente este martes, en la segunda sesión del juicio a Dani Alves por la agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona. Según la declaración de la modelo, esa noche su marido llegó a casa muy bebido.

¿Qué sabemos? Por último y como era de esperar, Joana Sanz ha mantenido ante el juez la misma versión de los abogados de Alves, que quieren hacer énfasis en que su cliente estaba muy borracho el día de la presunta violación. Una circunstancia que, de ser declarado culpable, podría servir de atenuante para conseguir una condena inferior.

¿Qué dice? En sede judicial, Joana Sanz ha explicado los hechos que ella vivió de la siguiente forma:

  • "Estaba muy borracho y apestando a alcohol"
  • "Chocó contra el armario y se desplomó sobre la cama"
  • "No valía la pena hablar por cómo llegaba. Mejor dejarlo para el día siguiente"

Además, Sanz recordó que en la noche de los hechos habían quedado para cenar juntos, pero que él canceló el encuentro a última hora. "Le pregunté por WhatsApp si vendría a cenar y dijo que no. El último mensaje fue sobre las once", ha explicado antes de negar que estuvieran enfadados porque él eligió una "noche de chicos" antes que cenar con ella.

Al detalle: La modelo canaria entró en la Audiencia de Barcelona a las tres de la tarde y salió tres horas y media más tarde. Fuera se encontró con su suegra, la madre de Dani Alves, con la que se fundió en un cálido abrazo frente a las cámaras.

Otro apunte: Dani Alves declara este miércoles. Aunque estaba previsto que fuese durante la primera sesión del juicio, finalmente la defensa pidió que lo hiciera el último. El brasileño se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel por agresión sexual y una indemnización de 150.000 euros.

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