Opinión
Albert Brosa Sánchez-Maroto
opinión

Caramelos con sabor a niebla

Los caramelos con sabor a niebla es un producto que se produce y se comercializa a Bellpuig, en el Urgell, y que aglutina los aromas del paisaje que lo rodea. Una concentración de sabores que, en el paladar, te trasladan al territorio. Una genial idea de ‘Boira Experience para poner en valor aquello que para muchos catalanes es simplemente un fenómeno meteorológico adverso: la niebla.

Esta esencia rural está en peligro en muchas comarcas catalanas. Vamos por partes. Según los últimos datos, de los 947 municipios que hay en Cataluña se calcula que unos 200 están en riesgo de desaparecer. Está precisamente en las poblaciones del interior de las demarcaciones de Tarragona y Lleida donde este aislamiento es más acentuado.

De los 947 municipios que hay en Cataluña se calcula que unos 200 están en riesgo de desaparecer.

Las políticas enfocadas a reconducir el despoblamiento rural han llegado tarde, son escasas e insuficientes cuando las ponemos en el otro lado de la balanza, con la cruda realidad. Durante muchos años se ha vivido del falso convencimiento de que el relevo generacional y el auge para el producto de proximidad salvarían, en parte, las estructuras del campo. La realidad es muy dura. Se vive de espalda al mundo rural, al campesinado y al campo en general. Para muchos, de hecho, es solo el patio de casa.

Se vive de espalda al mundo rural, al campesinado y al campo en general. Para muchos es sólo el patio de casa.

El mundo rural representa el 70% del territorio, pero no llega al 10% de la población. El plan del Gobierno se queda corto en tanto que es excesivamente genérico cuando se refiere a las acciones: agenda rural para el desarrollo, plan de igualdad social e infraestructuras y promoción y rehabilitación de la vivienda. A pesar de nada en concreto. Todo desde una visión centralista; partida presupuestaria por la foto en lugar de hablar con el territorio, planificar e invertir. ¿Parece obvio, verdad? Pues las administraciones locales y comarcales se cansan de denunciar el centralismo y, al final, hacen lo que buenamente pueden. 

Ante la necesidad imperiosa de recoser el mundo rural se ha vendido una imagen distorsionada de sus necesidades. De nuevo desde una óptica centralista. Este planteamiento, mezclado con la voluntad/necesidad de huir de las grandes ciudades buscando un proyecto de vida en el mundo rural ha creado una oportunidad de negocio. Una de las consecuencias más graves la encontramos en el precio de la vivienda en los pueblos pequeños, que se ha puesto por las nubes. Los ayuntamientos, que tienen poco margen de maniobra, pueden hacer bien poca cosa para revertirlos. Por lo tanto, nos encontramos en un efecto llamamiento que es contraproducente porque, previamente, no se han asentado las bases por esta repoblación rural. No se ha hablado con el TE-RRI-TO-RIO.

Una de las consecuencias más graves la encontramos con el precio de la vivienda en los pueblos pequeños, que se ha puesto por las nubes.

Y cuando dejamos hacer en el territorio, lo bordan. ¿Sabéis por qué? Porque se conocen el terreno palmo a palmo. En el Priorat, una de las comarcas que más sufre el despoblamiento, han sido pioneros al poner en marcha una herramienta de dinamización del espacio agrario. El Banc de Terres del Priorat hace una tarea de mediación para actuar de nexo de unión entre las personas que son propietarias de fincas rústicas en desuso y las que quieren gestionarlas, pero que difícilmente pueden hacer frente a la compra de una finca. Este tipo de acciones, trabajadas y gestionadas desde el territorio y para el territorio, tienen el éxito garantizado. Y cuando se produce esta comunión podemos hacer cosas tan extraordinarias como degustar los caramelos con sabor a niebla.

El Banc de Terres del Priorat hace una tarea de mediación entre los propietarios de fincas rústicas en desuso y las que quieren gestionarlas.

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