Opinión
Albert Brosa Sánchez-Maroto
opinión

¡Rodalies no es gratis!

La gratuidad de Rodalies es uno de los grandes engaños del gobierno de Madrid. Ni es gratis este 2022 ni lo será en el 2023, para muchos anuncios a bombo y platillo que nos quieran colar. Y os preguntaréis: ¡pero si no abono ni un céntimo para los viajes frecuentes! Cierto, no se paga con la compra de los billetes sino a través de impuestos

Rodalies es un servicio público del estado que prestan dos empresas públicas: Renfe -que es la operadora- y ADIF -que es el administrador de infraestructuras ferroviarias. Al tratarse de dos empresas estatales, significa que el dinero de estas compañías proviene de los presupuestos generales del Estado (PGE) a través de las partidas anuales. Y el dinero de esta gran bolsa pública no se genera de forma mágica, sino a partir del esfuerzo de los trabajadores, de los impuestos que pagamos entre todos los contribuyentes. 

La gratuidad de Rodalies es uno de los grandes engaños del gobierno de Madrid. Ni es gratis este 2022 ni lo será en el 2023

Los 700M€ que el gobierno aprobó el pasado octubre para que los ciudadanos no tengan que abonar los billetes durante todo el próximo año, y no aliviar así la presión de la inflación, provienen de las arcas del estado, por lo tanto, de los impuestos. 

Así pues, en realidad, no se está convirtiendo el servicio en gratuito, sino que se utiliza el dinero de todos los contribuyentes para pagar este servicio, un dinero que se tendrá que sacar de alguna otra partida presupuestaria. Con la “gratuidad” se deja de ingresar el dinero directo de los billetes y el estado dice rascarse el bolsillo para hacer frente al gasto. Por lo tanto, la diferencia es que, en lugar de pagarlo con cada pasajero, lo pagamos entre todos los españoles. Corto y raso. Si nos lo miramos desde esta perspectiva, la cosa es más grave para aquellos ciudadanos de lo que solo no utilizan Rodalies, sino que no tienen la posibilidad de hacerlo. 

Por lo tanto, la diferencia es que, en vez de pagarlo con cada pasajero, lo pagamos entre todos los españoles. Corto y raso

Pero el transporte público ferroviario es un simple ejemplo para entender la diferencia que hay entre algunos titulares y la realidad. Aquí va otro, de una envergadura más importante: el incremento de las pensiones previsto para el próximo año. Como saben, los jubilados cobrarán un 8,4% más. No pretendo poner en duda la necesidad de este incremento, pero hace falta dejar claro de donde sale el dinero. Detrás de esta medida hay una pregunta que hay que formularse: ¿cómo es posible que con la situación económica actual nuestros políticos se puedan permitir anunciar este incremento? 

Bien, muy sencillo, de nuevo el incremento se producirá a costa de estrechar (todavía más) el cinturón a los contribuyentes. ¿De qué manera? El próximo año aparecen nuevos impuestos que, junto con los que se incrementan y los que vuelven, se explica el incremento de las pensiones. 

Entre los nuevos hay el impuesto a las grandes fortunas o el de la banca y las eléctricas; de los que existen y se incrementan hay la previsión de Hacienda de recaudar más para el IRPF, el IVA, el impuesto de sociedades y las cotizaciones. Y, finalmente, se recuperan los impuestos para la generación de electricidad, gas y combustibles que, recordaréis, se habían suspendido

El próximo año aparecen nuevos impuestos que junto con los que se incrementan y los que vuelven, se explica el incremento de las pensiones

Todo eso suma en gran parte el dinero que permitirá pagar los incrementos de las pensiones que prevé el gobierno. Porque, en el fondo, la economía de un país es como la de una familia: ingresos y gastos. Con la diferencia que los estados se pueden endeudar hasta niveles insospechados -en España la deuda es de 1,5 billones de euros, un 117% del PIB. Por lo tanto, que no nos engañen, el dinero siempre sale de allí mismo.