Política
Junqueras (ERC) hace política. Otros apelan a confrontaciones imaginarias. Les apetece la poesía.
De lo que ha conseguido Junqueras haciendo política se beneficia todo el mundo, incluso, los poetas. Si se es a la política, es para hacer política. A veces, con cuatro pinzas en la nariz, pero se hace política.
Hasta ahora, no he visto a ninguno de los poetas renunciar a ninguno de los avances que han conseguido los de la política.
El futuro de Puigdemont y de Junts depende, más que nunca, de Europa
El abogado/activista Gonzalo Boye, uno de los estrategas de los poetas, lo ha dicho muy claro: que extraditar a Puigdemont es tan fácil o difícil como antes del cambio en artículos del Código Penal.
Pero la plana mayor de los poetas dice el contrario.
Marta Rovira, exiliada en Suiza, se supone que podría volver sin ir a la prisión. Lo mismo pasaría con los otros que no tienen imputada la malversación.
Si lo hace Ponsatí, por ejemplo, será una heroína. Si lo hace Rovira, una traidora. Es obvio, ahora y antes, que el juicio por los hechos de 2017 fue un juicio político.
Es obvio, también, que los jueces salvadores de España atornillarán hasta donde les parezca bien cualquier reforma/derogación de artículos del Código Penal que beneficie a los condenados.
Pero también es muy obvio que si Llarena ha podido interpretar la modificación de la malversación de la peor manera es porque la reforma no se habría hecho bien.
Siguiendo esta argumentación, los que todavía tienen que ser juzgados pueden tener problemas graves.
Es muy obvio que si Llarena ha podido interpretar la modificación de la malversación de la peor manera
Si el Partido Popular con Vox pueden hacer gobierno en España, el Código Penal podría volver a “endurecerse: “El Estado se está quedando sin protección. “Veremos cosas que nos helarán la sangre”. Este punto será uno de los más importantes de su campaña, como pasó con la campaña que hicieron contra el Estatuto.
Por suerte, la Justicia europea se pronunciará antes sobre las cuestiones que afectan Waterloo. El futuro de Puigdemont y de Junts depende, más que nunca, de Europa. Ojalá la Justicia europea entienda que están en el exilio por cuestiones políticas y actúe con consecuencia. ¡Ojalá!
