Opinión
Maria de la Pau Janer
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opinión

No están de moda los machos alfa

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He visto “Machos alfa”, una serie de televisión española de comedia, creada por los hermanos Alberto y Laura Caballero para Netflix. Es la historia de cuatro parejas que están en crisis por diferentes motivos. En la trama, hay un cambio de roles. Aquello que “tradicionalmente” se atribuye al género masculino pasa a caracterizar a las mujeres de la historia. 

Es la crisis del patriarcado. Cuatro amigos, prototipo de los llamados machos alfas, tendrán que cambiar la forma de entender las relaciones y la vida

Pongo ejemplos: encontramos a una mujer que pide a su hombre abrir la pareja. No se conforma con una relación monógama. Otra pareja vive una situación que rompe los esquemas del hombre: él pierde el trabajo (la empresa opta por poner a una señora en su lugar directivo), está a punto de perder también la casa, y de repente, su pareja joven e influencer triunfa en las redes. Ella gana mucho dinero y tiene que mantenerlo económicamente, situación que le cuesta asumir. Una tercera pareja no funciona porque el macho no puede cumplir las exigencias sexuales de la pareja, que se refugia en los brazos de un amante. El cuarto protagonista es asediado por su ex y no sabe como salir adelante.

Son situaciones reales, verosímiles, que nos acercamos a una sociedad que vive un proceso de cambio.  

Es la crisis del patriarcado. Cuatro amigos, prototipo de los llamados machos alfas, tendrán que cambiar la forma de entender las relaciones y la vida. Las reglas del mundo para el cual fueron educados ya no sirven. Tienen que aprender a romper estereotipos. 

Todo se transforma con una rapidez difícil de asimilar y de gestionar. Lo que consideraban “normal” ya no lo es. Les toca enfrentarse al reto de reubicarse. A medida que sus mujeres suben la voz, exigen lo que les corresponde, y hacen la suya, ellos son cada vez más patéticos. Se encadenan las situaciones ridículas, tratadas con un sentido del humor que nos hace aterrizar en las nuevas realidades. 

¿Estamos preparados? ¿Hay de golpe demasiados cambios? Los resultados de una encuesta que acaba de hacer pública el CIS revelan formas diferentes de entender las relaciones de pareja. El 41’4% de los españoles se declara a favor de las parejas abiertas. Defiende que se pueden mantener relaciones sexuales, consentidas por la pareja, con otras personas sin poner en peligro la historia principal o de vida. Se han acabado las mentiras. Muy claro y catalán: - “esta noche no vengo a dormir”. No hacen falta las preguntas ni las explicaciones. Cada uno respeta la intimidad del otro. 

El 47’4% de la población está a favor también del poliamor. Ya no hablemos de simples relaciones sexuales, sino de mantener relaciones afectivosexuals simultáneamente con dos o más personas.

Se tiene que tener una personalidad particular para que las relaciones abiertas o el poliamor funcionen. Hay quien lo ve como una buena vía; hay quien se oiría muy infeliz practicarlo

Está claro que cada pareja es un universo. La lealtad en una pareja tiene que ser firme. Si los dos pactan una determinada forma de vivir, se sienten cómodas y están de acuerdo sin perjudicar a nadie, todo puede ser válido. Pero no tenemos que ser ingenuos: se tiene que tener una personalidad particular para que las relaciones abiertas o el poliamor funcionen. Hay quien lo ve como una buena vía; hay quien se oiría muy infeliz practicarlo. No se trata de madurez, sino de carácter. Tendríamos que ser extremadamente respetuosos con todo el mundo.

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