Opinión
Jordi Cabré
Tiempo de lectura: 3 minutos
opinión

El orden

Tiempo de lectura: 3 minutos

Cuando te preguntan si te consideras una persona de orden, es decir, si no eres uno antisistema que revienta las leyes, la respuesta más oportuna es responder “qué orden”?. Y se te concretará que el orden constitucional del 78, pero entonces es cuando puedes alegar que este orden está alterado y pervertido por la interpretación parcial y desviada que han hecho tanto la justicia como la política española. Si el régimen del 78 no era un régimen porque era un pacto, este pacto se ha roto. Podemos pasarnos horas intentando averiguar quién lo rompió primero, si el TC anulando el Estatuto o bien los partidos catalanes proponiendo cosas “imposibles” (y posteriormente iniciando el Proceso), pero que el pacto del 78 está trinchado es una evidencia cósmica. No hay pacto. No hay Estatuto votado por los ciudadanos. No hay referéndum aceptado, tampoco. No hay ni siquiera reconocimiento mutuo, ni aval europeo a múltiples sentencias españolas sobre el tema. Ya me dirán qué “orden” es, este.

Cuesta mucho saber qué decir cuando te preguntan si eres un tipo de orden, porque ahora en todos nos corresponde construir el nuevo orden

Eso pasa porque la orden, el nuevo orden, se está creando. Tampoco se sabía a qué orden concreto obedecer durante las negociaciones del régimen del 78, ni durante el golpe de estado del 82 durante algunas horas, ni tampoco el 28 de octubre del 2017 en Catalunya. Las radios decían que éramos una República pero los mossos y los jueces no sabían qué significaba eso a efectos prácticos y legales. Y está aquí donde nos hemos encallado durante 6 años: el constitucionalismo ha podido imponer de nuevo su “orden” (por incomparecencia de los nuestros), pero este orden se impone. Ya no nace de un pacto. Y eso acabará o bien con un pacto renovado, es decir con un nuevo estatus para Catalunya dentro del Estado español, o bien con la consolidación de este sistema que no será pactado sino impuesto. O bien, claro está, con una nueva vía unilateral. Que es una manera más traumática de incidir en el nuevo orden, pero probablemente más sana. Hay cosas que es mejor cortarlas de raíz.

¿Cuándo te preguntan si te consideras una persona de orden, es decir si no eres uno antisistema que revienta las leyes, la respuesta más oportuna es responder “qué orden”?

Cuando nos hablen de orden, que nadie olvide que subvertir el orden no es aquello que hacen los catalanes cuando proponen un referéndum (que es una medida perfectamente constitucional) sino aquello que hizo a Franco cuando se alzó contra la República. La orden era la República española. La orden era la autonomía, en virtud de la cual Companys tenía que poder dictar las leyes de contratos de cultivo que quisiera. El orden venía de un pacto del 32 que se rompió, como aquí la orden viene de un pacto del 78 que está trinchadísimo. Ahora cuesta mucho saber qué decir cuando te preguntan si eres un tipo de orden, porque ahora en todos nos corresponde construir el nuevo orden. Y sí, yo también quiero que sea un orden pactado: el pacto es que nos dejen decidir si nos marchamos o bien que observen cómo nos marchamos. Y me parece un pacto equitativo, moderno, empático, equilibrado y justo.

Categoría: Opinión