Sociedad
Sanitaris revisan una radioterapia
Foto: Sanitaris revisan una radioterapia | Europa Press
Día mundial contra el cáncer

El cáncer, primera causa de muerte mundial: qué comer para reducir los riesgos de sufrir uno

Tiempo de lectura: 4 minutos
Sanitaris revisan una radioterapia
Foto: Sanitaris revisan una radioterapia | Europa Press

Millones de personas son diagnosticadas de cáncer cada año. Una alimentación adecuada, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son factores que reducen el riesgo de padecerlo y mejoran el pronóstico.

¿Por qué es importante? Cada 4 de enero se celebra el Día mundial contra el cáncer para concienciar sobre la que es la primera causa de muerte a nivel mundial. Y aquí, la investigación es clave, y recientemente el Hospital Sant Pau de Barcelona ha dado un paso de gigante en la lucha contra la enfermedad.

Por un lado: Para reducir el riesgo de sufrir un cáncer, es aconsejable seguir estas recomendaciones de las expertas investigadoras Saioa Gómez Zorita, Maitane González Arceo y María Puy Portillo, recogidas en un artículo de 'The Conversation'.

  • Es importante mantener un peso saludable: el exceso de grasa corporal y las patologías asociadas, como la resistencia a la insulina, se asocian con un mayor riesgo de padecer cáncer de tiroides, esófago, hígado, vesícula biliar, colon, riñón, mama, endometrio o próstata. Además, parecen promover la metástasis en algunos tumores, como el de pulmón.
  • La dieta debe ser rica en fibra (fruta, verdura, legumbres y cereales integrales). Incluir a menudo estos alimentos en el menú también se asocia con un menor riesgo de padecer obesidad.
    • Concretamente, el consumo de frutas y vegetales reduce las posibilidades de desarrollar varios tipos de cáncer, como el de boca y esófago, mientras que los cereales integrales pueden contribuir a prevenir el cáncer colorrectal. Aparte de fibra, estos alimentos contienen antioxidantes que también podrían proteger al organismo.
  • Se debe limitar el consumo de alimentos con alto contenido de grasas de mala calidad (grasas saturadas y trans), almidones y azúcares. Es el caso de los ultraprocesados (bebidas energéticas, embutidos, lasañas, pizzas industriales, patatas fritas, etc.) y de la carne roja y procesada (embutidos, salchichas…), asociados a un mayor riesgo de padecer cáncer, especialmente el colorrectal.

Por otro lado: Parece más o menos evidente que la dieta equilibrada disminuye el riesgo de que aparezca el cáncer, pero no lo evita. Una vez que aparece la enfermedad, sí puede ayudar, combinada con el tratamiento médico que corresponda, a mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente.

  • Resulta común que los pacientes con cáncer sufran desnutrición debido a los tratamientos y al propio curso de la patología. Evitarlo o reducirlo es importante, ya que mejora el pronóstico.
  • Las proteínas se encargan de reparar tejidos, que pueden estar dañados por la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia. Constituyen buenas fuentes de proteínas los huevos, los lácteos, el pescado, las aves y las legumbres.
  • La dieta debería incluir alimentos de elevada densidad energética, como fruta deshidratada o batidos. Incluso se podría sustituir los cereales integrales por cereales refinados, ya que la fibra genera saciedad.

Visión global: En cuanto a los distintos tipos de dieta, destaca por sus virtudes la mediterránea, que parece reducir las papeletas de desarrollar cáncer de mama y de colon.

  • Se caracteriza por el empleo de aceite de oliva virgen como fuente fundamental de grasa; una ingesta elevada de verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos y legumbres; un consumo moderado de pescado y lácteos; y escasa cantidad de carnes rojas o procesadas.
  • Por el contrario, la alimentación occidental con abundantes carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas, carbohidratos refinados y alimentos ultraprocesados incrementaría las posibilidades de padecer estas enfermedades.

Sin embargo: No existen alimentos milagrosos que curen o eviten su aparición. Ni tampoco ingredientes de la dieta que lo causen directamente: es el conjunto de nuestros hábitos alimentarios lo que reduce o aumenta las probabilidades de caer enfermos.

Para acabar: En pacientes con náuseas y vómitos suelen ser bien tolerados alimentos fríos y ligeros como la fruta triturada fría, los yogures o las ensaladas de pasta o arroz. Si el enfermo experimenta alguna dificultad para deglutir, puede resultar útil triturar la comida y añadir espesantes y gelificantes que mejoren la textura con el fin de evitar recurrir al uso de una sonda para administrar el alimento.

Categoría: Sociedad
Etiqueta: Salud