Justicia pacta poner más vigilancia en las cocinas mientras continúan las protestas en las cárceles

El Departamento de Justicia se ha comprometido a reforzar la vigilancia de los servicios de las prisiones, especialmente las cocinas, en una reunión con el comité de empresa del Centro de Iniciativas de la Reinserción, donde estaba contratada la trabajadora asesinada por un preso.

¿Por qué es importante? Cerca de 200 funcionarios se han concentrado este lunes a las puertas de las cárceles tras el asesinato de una trabajadora en prisión de Mas d'Enric. Han denunciado la "falta de seguridad" que sufren y han exigido la dimisión de la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, y del director de prisión.

En detalle: Entre las medidas pactadas, propuestas por los compañeros de la cocinera asesinada y que se aplicarán de forma inmediata, figura incrementar al personal funcionario destinado a la vigilancia de los servicios básicos de las prisiones, especialmente en las cocinas.

• También se reforzarán los sistemas de emergencia, facilitando dispositivos de comunicación y pulsadores de alerta en el personal, de uso obligatorio, incrementándose el número de trabajadores de las cocinas, especialmente en algunos turnos, una medida que desde el jueves pasado se ha implantado en la cárcel de Mas de Enric.
• Sin embargo, estas medidas llegan tarde y podrían no ser suficientes para los trabajadores que cierran el paso a los centros penitenciarios catalanes, ya que los sindicatos han plantado en dos ocasiones a la consellera Ubasart en las reuniones que les había planteado.

¿De dónde venimos? Los trabajadores penitenciarios han acusado al Departamento de Justicia de mentir y manipular y han exigido a la titular de Justicia que "admita que no está preparada y pliegue": "Señora consejera sólo le pedimos que acepte y admita que no está preparada, es como poner el zorro a vigilar a la gallina", dijeron.

• Según el Govern, unos 4.000 internos no pueden salir de las celdas, en una situación de "confinamiento", en palabras de la consejera Gemma Ubasart, que lo considera peor que lo que se vivió con la pandemia.