El poder judicial fracasa en una nueva reunión para desbloquear el Constitucional

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se ha reunido de nuevo la tarde de este martes 20 de diciembre para intentar desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional (TC), sin éxito.

¿Por qué es importante? El pulso entre el PSOE y el PP han introducido España en una grave crisis institucional. El PP y el Tribunal Constitucional han frustrado el intento del Gobierno de renovar este mismo órgano, con el mandato de dos jueces caducado.

Lo más nuevo: Los conservadores han fracasado en el intento de imponer a sus dos candidatos, al tiempo que han vetado a los de los progresistas.

• Así, la reunión constata de nuevo el bloqueo en el sistema judicial para nombrar a los dos nuevos magistrados que deben sustituir a los dos que tienen el mandato caducado.
• El CGPJ incumple de nuevo de este modo el mandato legal que le obligaba a elegir a sus dos miembros antes del 13 de septiembre.
• Ninguno de los candidatos ha obtenido las 3/5 partes de los votos necesarios.
  • El enroque del sector conservador ha imposibilitado que prosperara la designación del candidato progresista José Manuel Bandrés, que ha obtenido sólo 7 votos de los 11 necesarios.
  • Tampoco han prosperado las designaciones del candidato conservador, César Tolosa y del progresista que los conservadores vuelan en el TC, Pablo Lucas. Ambos obtuvieron 10 votos.

¿Qué sabemos? 

• El CGPJ –que tiene el mandato caducado desde hace cuatro años– se reúne después de meses en que ocho magistrados del sector conservador han bloqueado las designaciones de los dos nuevos miembros del TC.
• El sector conservador del CGPJ vuelve a tener la posibilidad de mantener el bloqueo en esta reunión, que ha empezado a las 5 y participan 17 vocales y el presidente suplente, Rafael Mozo.
• Se votan dos propuestas. Los conservadores quieren que los dos magistrados designados sean el conservador César Tolosa y el progresista Pablo Lucas, mientras que el sector progresista mantiene la candidatura de José Manuel Bandrés.
• De fondo hay en juego un cambio de mayorías y la presidencia –o no– del progresista Cándido Conde-Pumpido en el TC.
• El sector conservador aprovecha que no ha entrado en vigor la reforma y que el sistema actual de designación todavía marca una mayoría de 3/5 para intentar que los progresistas acaben aceptando designación de Lucas en vez de Bandrés.

En la práctica: La elección de estos dos miembros del TC por parte del CGPJ es indispensable para que el Gobierno pueda situar el tribunal, al mismo tiempo, sus dos candidatos: el exministro Juan Carlos Campo y la exasesora de la Moncloa Laura Díez. La Constitución establece que el TC se renueva por tercios, es decir, de cuatro en cuatro miembros y cada tres años.

• La designación de los magistrados también abriría la puerta a un cambio de mayorías al Tribunal Constitucional, que por primera vez desde el 2014 dispondría de una mayoría de miembros progresistas, 7, contra 5 de conservadores.
• Los conservadores quieren que Bandrés –contrario a Lucas- llegue al tribunal porque sería propicio votar a favor de la presidencia del TC del progresista Cándido Conde-Pumpido, y no a otras opciones preferidas por la derecha como podría ser la magistrada Maria Luisa Balaguer.

Contexto: 

• El encuentro tiene lugar después de la suspensión por parte del mismo Constitucional de la reforma judicial que rebajaba las mayorías necesarias en esta votación.
• La reforma establecía que serían designados los dos candidatos más votados en el pleno del CGPJ. La decisión del TC, sin embargo, fuerza que cualquier propuesta tenga que obtener el apoyo de 3/5 partes del pleno del CGPJ para prosperar.
• El bloqueo en el TC se ha mantenido incluso después de que una reforma legal estableciera que el CGPJ disponía de un plazo máximo que expiraba el 13 de septiembre para nombrar a los dos magistrados del tribunal, y también después de la dimisión de lo que era presidente del CGPJ, Juan Carlos Lesmes.

A partir de ahora: El Senado no podrá sacar adelante la reforma judicial, pero sí la eliminación de la sedición y la modificación de la malversación.